Primera conferencia eclesial, no episcopal - Alfa y Omega

Paralelamente a la profunda reforma de la Curia vaticana en una línea de simplificación, servicio a los obispos diocesanos y revalorización de los laicos —que pueden ser jefes de dicasterios—, el Papa Francisco está llevando a cabo una reforma, de mayor alcance, a través del Sínodo que, al cabo de un año dedicado a las fases diocesana y nacional, emprenderá la continental en el primer trimestre de 2023, previa a la última fase, la mundial, el próximo octubre en Roma.

Menos conocida es, en cambio, otra reforma de gran impacto que incluye un cambio de paradigma. El organismo regional solicitado en 2019 por el Sínodo de la Amazonia para coordinar la actividad pastoral de ese territorio fue establecido como la Conferencia Eclesial de la Amazonia (CEAMA) por Francisco, que acaba de aprobar sus estatutos definitivos, modificados al cabo de un año de rodaje.

No se trata de una conferencia episcopal sino eclesial porque, según su presidente, el cardenal Pedro Barreto, arzobispo de Huancayo (Perú), «incluye obispos, sacerdotes, religiosas, religiosos y fieles laicos de los nueve países de la cuenca amazónica. Es la primera de este tipo en la historia de la Iglesia».

Praedicate Evangelium, que reorganiza la Curia vaticana, ha cambiado a Secretaría del Sínodo la antigua Secretaría del Sínodo de Obispos. El nuevo nombre refleja la participación cada vez mayor de laicos en todas las fases de los sínodos, palabra que significa caminar juntos con todos los bautizados.

El objetivo señalado en la constitución es «que la comunidad de los creyentes se acerque tanto como sea posible a la experiencia de comunión misionera vivida por los Apóstoles con el Señor».

En esa línea, entre los cuatro vicepresidentes de la Conferencia Eclesial de la Amazonia que preside el cardenal Barreto figuran una religiosa, una mujer indígena y un laico. En la exhortación apostólica Querida Amazonia Francisco pedía «una cultura eclesial propia, marcadamente laical», que toma ya cuerpo.