Por un mejor desarrollo de los cuidados paliativos - Alfa y Omega

Por un mejor desarrollo de los cuidados paliativos

Convencidos de que la vida conserva siempre su valor y dignidad, los creyentes debemos apostar por el cuidado del que sufre

Alfa y Omega

En su discurso de apertura de la Plenaria, el presidente de la Conferencia Episcopal Española, cardenal Omella, puso el foco en el «fuerte contraste» de que, en una pandemia en la que se ha constatado «la sensibilidad social por el cuidado de las personas mayores y enfermas», el Gobierno haya regulado la eutanasia. En espera del recorrido de los recursos contra la ley y de cómo se desarrolla su entrada en vigor, la Iglesia seguirá recordando que «no hay enfermos incuidables aunque sean incurables» –en palabras del también arzobispo de Barcelona– y, por ello, seguirá reclamando un mejor desarrollo de los cuidados paliativos.

De acuerdo con el Atlas de Cuidados Paliativos en Europa, en España hay 0,6 servicios por cada 100.000 habitantes, muy lejos de los dos servicios por cada 100.000 habitantes que recomienda la Asociación Europea de Cuidados Paliativos. Ocupa así la posición 31 de los 49 países europeos estudiados por grupo ATLANTES del Instituto Cultura y Sociedad, y no parece que haya voluntad política para mejorar la situación.

El coordinador del estudio, el doctor Carlos Centeno, recuerda en Alfa y Omega que «los cuidados paliativos no son para el que va a morir o porque la gente muera, sino porque hay sufrimiento». Al tiempo que valora el esfuerzo de sus colegas y lamenta que «ni un gobierno de España ha puesto interés en la medicina paliativa», reclama que su enseñanza sea obligatoria en las facultades de Medicina, que se reconozca como una especialidad y que se potencien los equipos de paliativos, entre otras medidas.

Convencidos de que la vida «conserva todo su valor y dignidad en cualquier condición, incluso de precariedad y fragilidad», y así «es siempre digna de la más alta consideración» –como ha subrayado el Papa Francisco en más de una ocasión–, los creyentes debemos apostar siempre por el cuidado del que sufre. Seguro que en esta lucha tenemos aliados.