El miembro más joven del equipo sinodal: «No nos han transmitido bien el Sínodo»
Pilar Shannon Pérez, presidenta del Consejo de Jóvenes del Mediterráneo, acaba de integrarse en el equipo sinodal de la CEE. «La Iglesia está apostando por nosotros»
Tras el nombramiento del obispo Francisco Conesa como referente de la Conferencia Episcopal Española para la fase de aplicación del Sínodo de los Obispos, en sustitución de Vicente Jiménez, la CEE ha renovado su equipo sinodal. Ahora forman parte de él Eva Fernández, presidenta de la Acción Católica General; Miguel Ángel González, párroco en Coria-Cáceres; Antonio J. Campos Martínez, director del Secretariado para la Coordinación de Movimientos y Grupos de Apostolado Seglar de la diócesis de Jaén, y Pilar Shannon Pérez, la integrante más joven, que pertenece a la archidiócesis de Madrid. Todos ellos se suman a Luis Manuel Romero, director del Secretariado de la Comisión Episcopal para los Laicos, Familia y Vida, y a María José Tuñón, ACI, directora del secretariado de la Comisión Episcopal para la Vida Consagrada, que son los únicos que repiten en el equipo.
—¿Cómo se ha producido su inclusión en el equipo sinodal de la CEE?
—Yo creo que todo tiene que ver con mi posición de presidenta del Consejo de Jóvenes del Mediterráneo y del hecho de ser miembro de la Red Fratelli, que es un espacio de diálogo y encuentro que hay en Madrid. Pienso que querían contar con alguien joven y que estuviera involucrado en el ámbito del diálogo y yo tengo ese perfil. La verdad es que me pilló por sorpresa, pero estoy muy contenta. Creo que puedo aportar todo ese conocimiento del mundo juvenil, del que participo, y en el que hay que tener en cuenta la diversidad; porque hay jóvenes que piensan de una manera, otros de otra, pero todos están llamados a lo mismo.
—Si le habla a sus amigos de sinodalidad, ¿qué le dicen? ¿La miran como si fuera de otro planeta?
—[Ríe]. Un poco sí. Fuera de bromas, creo que es muy importante hablar de este tema con los jóvenes, que sepan que tienen un lugar en la Iglesia, que tienen voz y se los va a escuchar. La Iglesia es para todos. Obviamente no es un tema recurrente, pero cuando hemos comentado cosas sobre el Sínodo, hay que decir que hay muchas cosas que no entendemos, que no sabemos de lo que hablan los responsables o que no nos lo han transmitido bien. Quizá ha faltado potenciar el contenido en redes sociales, que es una fuente de información para muchos de nosotros. De todas formas, me ha llamado la atención el interés de muchos jóvenes por entender mejor este tema.
—Habla de la participación de los jóvenes en la Iglesia. ¿Es real? Usted está tan involucrada que quizá tenga una visión distorsionada.
—Claramente cada vez hay más oportunidades para que los jóvenes participen activamente en la Iglesia. Por lo menos a nivel local en Madrid, que es lo que más conozco, hay muchísimos espacios donde uno puede involucrarse. Y a nivel general, diría que en los últimos años han surgido un montón de movimientos, e incluso iniciativas de formación, liderados por gente joven. Quizá puede haber alguna parroquia a la que a lo mejor le cueste un poco dar autonomía en este ámbito; pero diría que es la excepción que confirma la regla. Nosotros, en ocasiones, también tenemos que perder el miedo a proponer y a involucrarnos. Pero si se superan los prejuicios, el horizonte es muy amplio. Uno puede participar en las distintas delegaciones de jóvenes, organizar eventos, hacer voluntariado, dar catequesis o involucrarse en las mil organizaciones que apuestan por la participación en la vida pública, por ayudar al necesitado o por dar soporte en el ámbito de la educación a gente con una situación más vulnerable. Percibo que en los últimos años ha habido una gran respuesta a la necesidad de los jóvenes de llenar el vacío que uno experimenta ante la búsqueda de sentido. La Iglesia está apostando por la gente joven.
—El horizonte es esperanzador, pero esta mañana he estado en Misa y el más joven sin contarme a mí debía de rondar los 70 años. ¿Qué hacer? ¿Una Iglesia más sinodal es una Iglesia más atractiva para la gente joven?
—Yo creo que la secularización ha dejado un vacío muy grande en los jóvenes. Falta comunidad y eso se nota, sobre todo porque lo propio de los jóvenes es la socialización. Por eso, considero importantes los mensajes sobre la unidad y la comunión que se han lanzado en el nuevo pontificado. Y luego, creo que hay que tener claro que lo que tiene que atraer a los jóvenes es Cristo, no tanto la Iglesia. Quiero decir, que el movimiento más interesante siempre es el de tratar de asemejarnos como Iglesia a lo que el Señor fundó y que a través de nosotros —a través de la evangelización— la gente pueda tener ese encuentro con Dios.