Piden al Tribunal Superior de Bombay que libere al jesuita Swamy, con síntomas de COVID-19
Stan Swamy está acusado de terrorismo por su labor de ayuda a indígenas en la India. También Myanmar detuvo la semana pasada a un sacerdote
El posible contagio de coronavirus del sacerdote indio Stan Swamy, en prisión desde octubre, hace más urgente que nunca que el Tribunal Superior de Bombay lo ponga en libertad este miércoles. Así lo están pidiendo familiares y amigos del jesuita de 84 años, además de la organización Jharkhand Janadhikar Mahasabha. Esta entidad agrupa a entidades y activistas de los derechos humanos y ha salido en defensa del religioso por su labor a favor de los indígenas.
Según informa NewsClick, los magistrados de Bombay deben evaluar el día 19 de mayo el recurso presentado por el sacerdote contra la decisión, tomada en marzo, de no ponerle en libertad bajo fianza. Se había solicitado por razones médicas, pues Swamy padece diversas dolencias (Parkinson, artritis y pérdida de oído y de memoria, entre otras) que empeoran seriamente su calidad de vida en prisión. Su abogado ha añadido, en una solicitud adicional, que desde la semana pasada el jesuita tiene síntomas de COVID-19, por lo que debe ser trasladado inmediatamente a un hospital.
Desde que fue detenido en octubre, el padre Swamy nunca se había quejado de su salud. El viernes pasado, sin embargo, llamó por teléfono a un amigo. Dijo que se encontraba mal y muy débil. No pudo continuar la conversación. Los que estaban con él explicaron el resto de detalles a sus interlocutores. «Tiene un resfriado fuerte, fiebre, dolor corporal y diarrea», explicó su hermano Irudaya el sábado en una rueda de prensa. «Estamos preocupados». Hasta la fecha, las autoridades penitenciarias no han respondido a la petición del tribunal de un informe actualizado de su situación clínica.
Ola de contagios en la cárcel
No se le ha realizado prueba del coronavirus, y solo se le han recetado antibióticos, que no han surtido ningún efecto. «Además, le perturba lo que está viendo dentro de la cárcel», añadió su compañero Joseph Xavier, director del Instituto Social Indio. En la prisión de Taloja, donde está detenido junto con otros acusados de terrorismo, buena parte del personal ha dado positivo en las pruebas de coronavirus; sobre todo, los trabajadores de la cocina.
El centro penitenciario, por otro lado, incumple tanto la legislación sanitaria general como la relativa a la pandemia. Solo hay tres practicantes de medicina ayurvédica para los enfermos, aunque la ley exige la presencia de médicos cualificados, enfermeros, farmacéuticos, auxiliares de enfermería y técnicos de laboratorio.
Tampoco se han tomado medidas para reducir el hacinamiento y prevenir los contagios. Taloja tiene capacidad para 2.124 presos, que debido a la pandemia se tendrían que haber reducido a 1.416. Sin embargo, en realidad se hacinan allí 3.251 internos, según la web de instituciones penitenciarias del estado de Maharashtra.
Si muere, «el Gobierno será responsable»
Por ello, el también jesuita Arockiasamy Santhanam, portavoz del Foro Nacional de Abogados de Religiosos y Sacerdotes, afirmó a Matters India que tienen previsto solicitar a la Comisión Nacional de Derechos Humanos que un equipo de médicos y otros expertos examine las condiciones sanitarias de la prisión. Si estas se mantienen y el padre Swamy no es trasladado, «el Gobierno será totalmente responsable si ocurre algo imprevisto».
El jesuita fue arrestado el 8 de octubre por la Agencia Nacional de Investigación en Ranchi (estado de Jharkhand). Bajo la Ley de Prevención de Actividades Ilegales, dos entidades fundadas por él fueron calificadas de organizaciones tapadera de grupos maoístas y extremistas: el Comité de Solidaridad con los Presos Políticos Perseguidos y la Bagaicha, dedicada a la defensa de la tribu adivasi. Se le ha intentado vincular también con la violencia desatada el 1 de enero de 2018 en Bhima Koregaon (Maharashtra) y que dejó un muerto y 30 heridos, aunque ni siquiera estaba en la zona cuando se produjeron los hechos.
Sacerdote liberado en Myanmar
El padre Swamy no es el único sacerdote que ha sufrido privación de libertad en Asia recientemente. También Myanmar detuvo la semana pasada a un clérigo católico, Colombano Laban Lar Di. Aunque, en este caso, fue puesto en libertad el lunes, después de que el obispo de la diócesis, Raymond Sumlut Gam, escribiera a las autoridades militares exigiéndoles explicaciones.
Lar Di fue arrestado el día 14 de mayo por una patrulla militar mientras viajaba de Banmaw a Myitkyna, la capital del estado de Kachin. El motivo del arresto fueron algunos documentos y fotografías que se encontraron en su móvil. Por ejemplo, imágenes de miembros del Ejército para la Independencia de Kachin, una guerrilla separatista. Por este motivo, se le consideró sospechoso de apoyar a los rebeldes y también al movimiento de desobediencia civil que se opone al golpe de Estado del pasado 1 de febrero. El religioso asegura que tomó esas fotos mientras realizaba su ministerio pastoral en Laiza, donde el grupo tiene su cuartel general, informa Fides.
También le causó problemas tener información sobre cursos bíblicos en la lengua local y fotos de desplazados internos por el conflicto armado que se vive en la región. Desde marzo, y en el contexto de las protestas contra la junta militar, los enfrentamientos se han agravado y han obligado a 5.000 personas más a abandonar sus casas. Según datos de Naciones Unidas, unos 100.000 desplazados viven en 139 campamentos.