El jesuita encarcelado en la India teme que se creen pruebas falsas contra él - Alfa y Omega

El jesuita encarcelado en la India teme que se creen pruebas falsas contra él

Una empresa estadounidense ha demostrado que el ordenador de otro activista acusado de los mismos delitos fue manipulado. El Gobierno indio se niega a intervenir y deja el caso en manos de la agencia antiterrorista

Redacción
Foto: Nerendra Modi

El jesuita de 83 años Stan Swamy, que lleva más de cuatro meses en prisión en la India, teme que la agencia gubernamental responsable de su arresto haya manipulado su ordenador para incriminarle. Hace unos días, se demostró que ya ha ocurrido con otros activistas implicados en la defensa de los derechos de grupos tribales.

El también jesuita A. Santhanam, que sigue el caso de cerca, explicó el día 14 a UCA News que Swamy había presentado ante el tribunal especial que lleva su caso un escrito solicitando que se le entregue una copia de su disco duro y de su portátil. De momento sin éxito, a pesar de que la Agencia Nacional de Investigación (NIA por sus siglas en inglés) se la debería haber dado después de su detención», aseguraba el sacerdote.

Los cargos

El jesuita fue arrestado el 8 de octubre en su residencia de Ranchi, acusado de estar detrás de la violencia desatada el 1 de enero de 2018 en Bhima Koregaon (estado de Maharashtra) y que dejó un muerto y 30 heridos. Un día antes, se había celebrado un acto reivindicativo de los dalit o intocables en el 200º aniversario de la batalla de Elgar Parishad.

A pesar de que el padre Swamy ni siquiera estuvo allí, un tribunal especial vinculado a la NIA lo acusa de violar la Ley de Prevención de Actividades Ilegales, que persigue el terrorismo. Es uno de 16 intelectuales y activistas detenidos, incluidos los abogados Arun Ferreira y Sudha Bhradwaj y los escritores Vernon Gonsalvez y Varavara Rao. A todos ellos se los ha intentado vincular con grupos maoístas.

Un ordenador manipulado durante dos años

Al constatar los intentos de persecución contra él por su labor a favor de los adivasi (indígenas o tribales), ya antes de su detención Swamy había compartido con las personas cercanas su miedo de que los investigadores pudieran manipular su ordenador para introducir pruebas falsas que lo relacionaran con grupos maoístas.

Las sospechas se agravaron cuando un laboratorio forense estadounidense, Arsenal Consulting, anunció el 11 de febrero que había encontrado pruebas de que un hacker había empleado ese mismo método para incriminar a Rona Wilson, otro de los acusados en el caso. Por medio de un archivo de malware, una persona sin identificar había conseguido controlar y espiar el ordenador de Wilson durante casi dos años, desde junio de 2016 (antes de los incidentes de los que se acusa al padre Swamy) y crear una carpeta oculta con diez cartas. Posteriormente, la NIA se basó en estas cartas para acusarlo de conspirar para asesinar al primer ministro, Narendra Modi.

El primer ministro deja hacer

El mismo día que reclamaron ante los tribunales una copia de su portátil, los abogados de Swamy presentaron una vez más, también infructuosamente, una petición de que fuera puesto en libertad bajo fianza. A pesar de su edad y de padecer de la enfermedad de Parkinson, al jesuita se le han denegado todas las peticiones en este sentido. De hecho, tardó dos meses en conseguir un vaso especial para poder beber sin atragantarse a causa de su dolencia.

Hace un mes, los obispos de la India expresado al primer ministro del país, Narendra Modi, su preocupación por el caso. En el marco de una serie de encuentros del jefe del Gobierno con distintos líderes para abordar la realidad de las minorías y sus derechos en el país, los cardenales Oswald Gracias (presidente de la Conferencia Episcopal India), George Alencherry y Mar Baselios Cleemis (cabezas respectivamente de las iglesias siro-malabar y siro-malankar) quisieron abordar la situación del jesuita.

«El primer ministro dijo que el caso estaba en manos de las agencias» correspondientes, en referencia a la NIA. «Era consciente del problema, pero dijo que el Gobierno no quiere interferir demasiado en su funcionamiento», explicó el cardenal Gracias a los medios el 19 de enero.