Pequeña y sola Santa Cristina de Lena - Alfa y Omega

Pequeña y sola Santa Cristina de Lena

Es una ermita de construcción única, con una compleja planta reducida a un espacio mínimo. «Excepcional», es la palabra más repetida al referirse a ella

Cristina Sánchez Aguilar
Santa Cristina de Lena
Pese al ruido de la autopista cercana, si uno se abstrae la experiencia «es increíble», asegura García de Castro. Foto: Oscar F. Hevia.

«Excepcional» es la palabra más utilizada por César García de Castro, arqueólogo del Museo Arqueológico de Asturias, cuando se refiere a la ermita de Santa Cristina de Lena. Erigido aproximadamente entre los años 850 y 870, no existe documentación oficial sobre la fundación de este templo del prerrománico asturiano, situado en lo alto de una colina que domina el valle del río Lena. Ni siquiera se sabe si su advocación original es la de santa Cristina: «Es poco usual y, además, esta información aparece a finales del siglo XVI, ocho siglos después de su creación», señala García de Castro.

Su planta «es un caso único, no hay otra iglesia igual», aunque tiene muchos rasgos compartidos con Santa María del Naranco. De reducidas dimensiones, cuenta con una peculiar organización espacial: «un pórtico de entrada exterior, una nave única y un presbiterio elevado por un gran cancel alto y un santuario casi invisible para los asistentes al culto», señala el arqueólogo. Además, tiene «dos habitaciones laterales, de uso desconocido, y una tribuna a los pies» que completa esta complejidad espacial reducida a un espacio de doce por diez metros.

Interior de Santa Cristina de Lena
Destacan los relieves escultóricos con representaciones de animales y guerreros a caballo. Foto: Lorenzo Pío Arias Páramo

Otra curiosidad de la ermita es que solo tiene una puerta de entrada –«las iglesias asturianas tienen normalmente tres»–, indicador de que los asistentes al culto pasaban por la misma puerta. «En la Alta Edad Media los fieles estaban separados por sexos; esto hace pensar que el templo estaba al servicio de una comunidad religiosa femenina –ya que las masculinas sí tenían culto abierto al público–». Comunidad, apunta García de Castro, «de alto rango, porque hay inversión en arquitectura y escultura». De hecho, en 1892 la restauró Juan Bautista Lázaro, responsable de las obras de la mezquita de Córdoba y autor del Palacio de Cristal de Madrid. «Esto indica el valor que se daba a Santa Cristina de Lena a finales del siglo XIX».

Cuenta la tradición que durante la revolución de Asturias de 1934 los mineros utilizaron la iglesia para defenderse de las fuerzas del Gobierno. Un proyectil cayó en la edificación, y afectó a la esquina suroeste, la puerta del recinto y parte de la bóveda. De todos modos, nunca funcionó como parroquia. Solo tiene celebraciones el día de santa Cristina y el párroco es compartido con Felguera, la localidad más cercana.

Panes para la santa

Santa Cristina de Lena se encuentra a unos cinco kilómetros de Pola de Lena. Estratégicamente situada, corona una colina junto a la vía que, desde el medievo, constituye la principal línea de comunicación entre Asturias y la meseta castellana a través del puerto de Pajares.

La fiesta tradicional en honor a la santa se celebra el último domingo de julio, con una Misa en el exterior del templo. Al término tiene lugar la puya’l ramu, una subasta de panes en honor a santa Cristina. Cerrada al culto, la ermita puede visitarse de martes a domingo, excepto en noviembre que permanece cerrada. Más información en turismoasturias.es.