Parolin: «Nuestra intención es prolongar el acuerdo con China»

Parolin: «Nuestra intención es prolongar el acuerdo con China»

El secretario de Estado del Vaticano insistió además en que Bielorrusia deje cruzar la frontera a monseñor Tadeusz Kondrusiewicz

Redacción
Foto: Zenit’s Deborah Castellano Lubov

El secretario de Estado del Vaticano, el cardenal Pietro Parolin, pidió el lunes que Bielorrusia permita regresar al país a monseñor Tadeusz Kondrusiewicz, arzobispo de Minsk y presidente de su conferencia episcopal. «Insistimos en que el obispo pueda volver a su diócesis, para seguir guiando a su rebaño», afirmó en declaraciones a los medios. Una petición que, confirmó, también se ha hecho llegar al país eslavo mediante los canales diplomáticos apropiados. El arzobispo está vetado en el país desde el 31 de agosto, cuando no se le permitió cruzar la frontera desde Polonia.

La improvisada rueda de prensa tuvo lugar tras una conferencia sobre El cardenal Silvestrini y la Östpolitik del Vaticano; a los 45 años del Acuerdo de Helsinki, organizada por la embajada de Italia ante la Santa Sede y en la que participaron tanto el cardenal como el primer ministro italiano, Giuseppe Conte. El secretario de Estado vaticano añadió que, además de las peticiones oficiales sobre el arzobispo de Minsk, esta cuestión era también un punto importante en la agenda del secretario para las Relaciones con los Estados, monseñor Paul R. Gallagher, durante su visita de los últimos días al país. «Todavía» [en la mañana del lunes, N. d. R.] «no ha regresado. Cuando lo haga, lo primero que haré será preguntarle exactamente sobre esto».

En tono más conciliador, Parolin dejó abierta la puerta a una visita del Papa al país. «Bielorrusia siempre ha mostrado gran interés» en recibir a Francisco, y presentó su primera invitación en 2016. Nunca se llegó a concretar nada, y ahora, aunque el Gobierno la ha renovado, «la COVID ha bloqueado todo. No sabemos por cuánto tiempo. Pero creo que es una de las visitas» que el Santo Padre «considerará».

Pasaporte ya no válido

El mismo lunes por la mañana, el Gobierno bielorruso se ratificó en su decisión de impedir a monseñor Kondrusiewicz cruzar la frontera, a pesar de ser ciudadano (nació en la localidad de Odelsk, dentro de la República Socialista Soviética de Bielorrusia). El responsable de la Autoridad Nacional para la Protección de las Fronteras, Anatoli Lappo, se justificó en una carta enviada desde el Ministerio del Interior y publicada por el portal de la Iglesia católica en el país, Catholic.by.

El documento, del que se hace el Il Sismografo, afirma que el Ministerio del Interior declaró que el pasaporte del obispo ya no era válido. Y añade que el prelado puede ponerse en contacto con esta institución para validarlo y que se le permita cruzar la frontera. Después de permanecer los primeros días en Polonia, monseñor Kondrusiewicz visitó el fin de semana pasado el santuario mariano de Siluva, en Lituania.

Acuerdo con China: seguir ad experimentum

En sus declaraciones a los medios, en el Palacio Borromeo, el cardenal Parolin también abordó la renovación del acuerdo provisional con China para el nombramiento de obispos. «Realmente creo» que es probable que se renueve. «Nuestra intención es prolongarlo, que sigamos adoptándolo ad experimentum, como se ha hecho estos dos años, para verificar de forma más amplia su utilidad para la Iglesia en China».

Aunque el segundo aniversario de la firma será el 18 de septiembre, el número dos del Papa explicó que en realidad, como entró en vigor en octubre, «aún no ha concluido» el período de dos años tras el cual hay que decidir si se prolonga, se amplía o se cancela. El cardenal compartió su opinión de que también China está interesada en su renovación, y su esperanza de que así sea. «Incluso si los primeros resultados no han sido particularmente impresionantes», reconoció.

Movimiento en los últimos meses

Al endurecimiento de las restricciones en algunas zonas del país, se suma que en el tiempo transcurrido desde septiembre de 2018, y a pesar de que hay 40 diócesis vacantes, solo dos obispos (Anthony Yao Shun en Jining y Stephen Xu Hongwei en Hanzhong) han sido ordenados. Y ambos estaban ya aprobados por la Santa Sede desde tiempo atrás. Además, aunque la Iglesia levantó la excomunión a ocho obispos ilícitos, sigue habiendo 28 clandestinos. Durante más de año y medio, las autoridades chinas solo reconocieron a dos, Zhuang Jianjian, de Santou, y Peter Jin Lugang, de Nanyang; y únicamente como emérito y coadjutor, respectivamente.

Solo en los últimos meses parece los engranajes han estado algo más engrasados. Entre el 9 de junio y el 9 de julio, tres obispos clandestinos fueron reconocidos por el régimen: monseñor Pietro Lin Jiashan, en Fuzhou; monseñor Pietro Li Huiyuan, en Fengxiang, y monseñor Paul Ma Cunguo, en Shouzhou. En la toma de posesión de este último, además, resultó llamativo que se le permitiera no hacer ninguna alusión a apoyar a una «Iglesia independiente».

«Parece que se ha marcado una dirección en la que vale la pena continuar. Al final de este período añadido veremos qué hacer», subrayó Parolin. «Nuestro interés es normalizar lo más posible» la vida de los católicos chinos, para que la Iglesia «pueda vivir una vida normal». Esto incluye «también tener relaciones con la Santa Sede y con el Papa y que haya unidad dentro de la Iglesia china».