Cardenal: No pueden ser más de 120 y tienen como misión ayudar al Papa en el gobierno de la Iglesia universal, y también elegir Papa, cuando éste fallece. Los cardenales, que son nombrados personalmente por el Santo Padre, de todas las partes del mundo, le asisten cuando son convocados para tratar cuestiones importantes, y le ayudan en su gobierno cotidiano. Los cardenales son elegidos, normalmente, entre los arzobispo u obispos de la Iglesia universal, pero también pueden no ser obispos, personas de gran prestigio y que han servido de modo extraordinario a la Iglesia. ¿Sabéis por qué las vestiduras de los cardenales son de color rojo? Lo explican muy bien las palabras del Papa cuando les impone el birrete sobre la cabeza: «Recibid el birrete rojo como signo de la dignidad cardenalicia, para mostrar que sois capaces de estar dispuestos a comportaros con fortaleza hasta el derramamiento de la sangre, para el crecimiento de la fe cristiana».
Cardenal in pectore: Se trata de un cardenal que nombra el Papa, pero cuyo nombramiento permanece en secreto, cuando se trata de alguien que vive en zonas donde no hay libertad religiosa y la Iglesia católica está perseguida, y podría tener dificultades si se conociera su designación. Ni siquiera la conoce él mismo.
Camarlengo: Es el cardenal que se queda al cargo de la Santa Sede cuando fallece el Pontífice. Comprueba oficialmente la muerte del Papa y cuida y administra los bienes del Vaticano, mientras se elige al nuevo Papa. El actual Camarlengo es un cardenal español, y se llama Eduardo Martínez Somalo.
Cónclave: Es la reunión de todos los cardenales que van a elegir al futuro Papa. El Cónclave comienza unos 15 ó 20 días después de fallecido el Pontífice, y se celebra en la Capilla Sixtina. Todo lo que suceda en el interior de la Capilla durante el Cónclave es totalmente secreto; los cardenales no pueden tener ningún contacto con el exterior: ni hablar con nadie, ni ver la televisión, escuchar la radio, leer un periódico o navegar por Internet. Mientras dure el Cónclave, los cardenales vivirán concentrados, sin salir del Vaticano. Antes de empezar las reuniones, en la Eucaristía, los cardenales invocan al Espíritu Santo para que les ilumine en la elección.
Fumata blanca: Durante el Cónclave, el mundo entero estará pendiente de una chimenea del Vaticano. De ella saldrá humo tras las elecciones de los cardenales. Si el humo es de color negro, significará que no se ha logrado elegir al Papa. Todo cambiará cuando de la chimenea salga humo blanco: la fumata blanca. Significará que, por fin, tenemos un nuevo Papa.