Osoro clausura la Semana de Vida Consagrada: «Vosotros generáis fraternidad»
El purpurado pide a los religiosos que sigan dando esperanza y mostrando el proyecto que Dios tiene para la humanidad
El arzobispo de Madrid, cardenal Osoro, ha clausurado este sábado la 50 Semana Nacional para Institutos de Vida Consagrada que organiza el Instituto Teológico de Vida Religiosa (ITVR) de los Misioneros Claretianos. Y lo ha hecho con una breve intervención en la que ha puesto en valor el papel de los religiosos y religiosas, a los que ha invitado a entregarse sin reservas a la vida del mundo.
«Vosotros habéis mostrado que se puede vivir un proyecto como entrega total a los demás en el que se pone en el centro a Jesucristo, que nos ama y nos hace superar las distancias entre nosotros. El colorido de vuestra vida manifiesta de formas diferentes que generáis fraternidad, confianza, proximidad. Qué importancia tiene vivir atentos a las necesidades de los hermanos», ha añadido.
En este sentido, el purpurado ha recordado que la vida consagrada tiene un estilo de vida, unas obras de apostolado y de promoción humana que «van provocando de manera silenciosa el mismo Evangelio». «Con vuestra vida estáis predicando, estáis consagrados para dar vida al mundo», ha añadido.
En este sentido, los ha animado a mantener la esperanza, la serenidad y la pasión, así como las certezas y los compromisos a pesar de las sombras. Les puso el ejemplo de la Virgen María, que se quedó turbada tras recibir el anuncio del ángel, una turbación que luego se convertiría en serenidad.
«Sostenidos por la certeza de nuestro Señor, proseguid sin miedo, fiándoos, como el primer día que dijisteis sí. Seguid ese camino apasionante de compromiso, de entrega, de fidelidad, de pasión por anunciar al Señor en este momento de la historia. Seguid dando esperanza, mostrad con vuestra vida que el proyecto que Dios tiene para los hombres», ha afirmado.
A modo de conclusión y recordando el lema del evento –Consagrados para la Vida del Mundo–, los ha animado a no guardarse nada para sí y a entregarse «desde vuestro carisma, desde la singularidad de vuestra vida. «Sois para los demás, no para vosotros mismos», ha apostillado.