Ondina, un amor para siempre. La actualización del mito

Ondina (Paula Beer) recibe como un jarro de agua fría la noticia de que su novio, Johannes, la deja por otra. Un tiempo después Ondina comienza una relación con Christoph (Franz Rogowski), que le profesa un amor puro y sincero. Pero un día Ondina se topa casualmente con Johannes. Esta película alemana del consagrado director Christian Petzold no pretende ser un drama romántico realista. Es más bien un cuento de hadas, o mejor una actualización del mito germánico de Ondina, una ninfa que se desposa con un mortal que le jura amor eterno. El valor del filme está en su carácter poético y en su atmósfera emocional, amén de su canto al amor incondicional y también a la maternidad. Curiosamente, la película también es un homenaje a la historia urbanística de Berlín, ya que Ondina es una historiadora que enseña esa materia a turistas extranjeros.

A pesar de sus momentos trágicos, la película es agradable de ver, envuelta en una sencilla pero muy eficaz partitura de piano del adagio del Concierto en re menor de Bach. La puesta en escena es cautivadora. Buen cine de autor.

Ondina, un amor para siempre

Director:

Christian Petzold

País:

Alemania

Año:

2020

Género:

Romántico

Público:

Pendiente de calificación