Objetivo: máxima transparencia - Alfa y Omega

Objetivo: máxima transparencia

Jesús Colina. Roma

El empuje que el Papa Francisco está dando para garantizar la trasparencia financiera en las instituciones de la Iglesia, comenzando por la Santa Sede, ha experimentado un paso decisivo con la firma de un acuerdo entre Italia y el Vaticano sobre cuestiones fiscales, el 1 de abril.

El acuerdo prevé el intercambio de información entre las autoridades financieras y fiscales italianas y vaticanas, pues la Ciudad del Vaticano es un Estado soberano, y, por tanto, quienes operan en su territorio están sometidos a un régimen fiscal propio.

Con este acuerdo, se evita definitivamente que quien tenga una cuenta en el Banco del Vaticano (el Instituto para las Obras de Religión) pueda mantener cuentas opacas a las autoridades fiscales italianas y, por consecuencia, a las europeas.

El intercambio de información afecta únicamente a los impuestos que debe pagar todo residente en Italia por rentas financieras.

El convenio fue firmado por el arzobispo Paul Richard Gallagher, Secretario para las Relaciones con los Estados, y Pier Carlo Padoan, ministro de Economía y Finanzas, provisto de plenos poderes.

«Es un paso significativo de la Santa Sede hacia el objetivo de la máxima transparencia en el campo de las relaciones financieras», ha aclarado monseñor Gallagher.

También se ha declarado satisfecho el ministro Padoan, según el cual, «se trata de un paso importante» que continúa la senda de la trasparencia fiscal, y que va a permitir regularizar los fondos que tienen en el Banco del Vaticano personas residentes en Italia.

El Subdirector de la Oficina de Información de la Santa Sede, el padre Ciro Benedettini, ha explicado que el acuerdo se ha redactado para aplicar los parámetros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). El mismo padre Benedettini aclara que el Vaticano no está en la lista negra de los Estados que incumplen las normas financieras internacionales, elaborada por Moneyval, el Comité de Expertos en Evaluación de Medidas de Lavado de Dinero y el Financiamiento del Terrorismo, que monitorea las 47 naciones del Consejo de Europa. En este sentido, el acuerdo con el Vaticano no es comparable al que ha firmado en los últimos meses Italia con Suiza y Lichtenstein, países que, en el pasado, sí han sido colocados en la lista negra.

En la obra de reforma de la Curia romana, la primera urgencia que se ha marcado el Papa Francisco ha sido reformar las estructuras económicas y financieras de la Santa Sede, para asegurar la trasparencia que debe caracterizar a toda institución eclesial.