Nuestros misioneros nos necesitan - Alfa y Omega

Nuestros misioneros nos necesitan

El primer domingo de marzo se celebra en España el Día de Hispanoamérica, con el lema Comprometidos con América en la nueva evangelización, que organiza la Comisión episcopal de Misiones y Cooperación entre las Iglesias, de la Conferencia Episcopal Española. Escribe el director del Secretariado de dicha Comisión episcopal y director de las Obras Misionales Pontificias en España, que ha participado en un reciente encuentro de misioneros españoles en Brasil

Anastasio Gil García
Cartel del Día de Hispanoamérica de este año 2012.

Desde que nuestros antepasados hicieran posible, con su palabra y su vida, la implantación de la fe en el continente americano, la Iglesia en España se reconoce especialmente implicada en la cooperación con la actividad evangelizadora de aquellas Iglesias. El Día de Hispanoamérica viene celebrándose desde 1959, para animar a los fieles en la colaboración espiritual, personal y económica con el quehacer pastoral de nuestros hermanos en aquellas tierras. Uno de los signos más elocuentes de esta cooperación es constatar que el 72 % de los misioneros y misioneras españoles está trabajando en América Latina. Nunca ha dejado de producirse esta corriente de colaboración con aquellas Iglesias. Aunque el número de los enviados se ha reducido, no por eso se puede deducir que el compromiso misionero haya decaído, sino por la caída de las vocaciones al sacerdocio y a la vida consagrada. Al contrario, comienza a incrementarse la salida al continente americano de laicos que, acogidos en los nuevos movimientos eclesiales, son enviados por sus obispos.

Comprometidos con América

Comprometidos con América es la primera y principal idea del lema para esta jornada. La cooperación misionera nace del compromiso con la fe y la vida cristiana. Este compromiso lo vemos en los centenares de misioneros españoles que gastan su vida en América Latina. Entre ellos, queremos destacar a los sacerdotes diocesanos que, acogidos al servicio de la OCSHA (Obra de Cooperación Sacerdotal Hispanoamericana), desde el año 1949 promueve la Conferencia Episcopal Española. En la actualidad, hay 333 sacerdotes diocesanos que siguen incardinados en su diócesis de origen y que, por un tiempo prolongado, son enviados a otra diócesis de América para trabajar donde le designe el obispo de destino. Normalmente, son los lugares más difíciles o ámbitos muy específicos, como es el caso de los destinados a la promoción y formación de vocaciones sacerdotales o la organización de los servicios de la caridad.

Recientemente, 78 de estos sacerdotes han tenido un encuentro en Salvador de Bahía (Brasil) con el presidente de la Comisión Episcopal de Misiones, el arzobispo de Toledo, monseñor Braulio Rodríguez, con el que he tenido también la oportunidad de participar. Han sido días de convivencia sacerdotal para orar juntos e intercambiar experiencias pastorales. Después, ellos se reúnen con otros compañeros, por países, de manera de por estos círculos concéntricos se mantiene vivo el compromiso de seguir viviendo la entrega sacerdotal en estas Iglesias más necesitadas.

Muchas son las cuestiones que les preocupan. Entre otras, destacan su pobreza para atender tantas necesidades espirituales, sociales y económicas. Las demandas no siempre son económicas, aunque parezcan imprescindibles. Son más bien de cooperación personal y espiritual. Nuestros misioneros no pueden quedar más tiempo a la intemperie de nuestro deber de colaborar con ellos. Nos necesitan y tenemos a su disposición este servicio de la Conferencia Episcopal para hacerles llegar nuestra ayuda. La jornada del Día de Hispanoamérica es una buena oportunidad.

… en la nueva evangelización

El presidente de la Pontificia Comisión para América Latina (CAL), cardenal Marc Ouellet, en su mensaje que este año ha enviado a las Iglesias en España, hace hincapié en esta dimensión improrrogable de la Iglesia hoy: «Los llamamientos a una nueva evangelización han sido muy frecuentes por el mismo Juan Pablo II y Benedicto XVI, dirigidos a Europa y América. Es como si se quisiera concentrar, en esta expresión iluminadora, sintética y movilizadora, el mandato misionero de Id, pues, y haced discípulos a todos los pueblos, para emprender una nueva fase de intensificación misionera en los nuevos ámbitos de la evangelización».

En el referido encuentro de la OCSHA en Brasil, los misioneros compartieron los grandes retos pastorales que tenían por delante en aquellas Iglesias tan pobres en recursos humanos y pastorales, no sólo económicos. Han sido enviados a las fronteras del paganismo, donde aún no ha llegado la fe, o los llamados cristianos apenas saben si están bautizados. Entre los desafíos que tienen por delante enumeraban la formación de los agentes de pastoral; la atención prioritaria y pastoral a los desplazados y al mundo rural e indígena; la respuesta a los interrogantes que plantea la aparición de los nuevos grupos religiosos; la atención pastoral y evangelizadora de las grandes urbes y de las metrópolis; y la prioridad de la pastoral evangelizadora ante la situación de fe y vida cristiana de las nuevas generaciones.

Pedimos a Nuestra Señora de Guadalupe que nos ayude a reforzar los lazos de colaboración entre las Iglesias que caminan en España y en América Latina. Ojalá esta jornada misionera sirva para fortalecer este compromiso.