Nuestra Semana Santa, con Juan Pablo II, en el cole - Alfa y Omega

Nuestra Semana Santa, con Juan Pablo II, en el cole

José Calderero de Aldecoa
Ilustración: Asun Silva.

La Cuaresma son unos días que la Iglesia dedica, siguiendo el ejemplo de Jesús cuando estuvo cuarenta días en el desierto, a unirnos de todo corazón a Dios y apartarnos del demonio, a que cambiemos las cosas malas de nuestra vida por cosas buenas. Con mucha oración, ayuno y limosna, aprovechamos a fondo este tiempo para prepararnos a la gran fiesta de la Pascua y convertirnos en mejores amigos de Jesús.

De manera muy especial, la Cuaresma es un tiempo para pedir perdón a Dios por nuestras faltas y pecados, en el sacramento de la Confesión. Al pedirle perdón, nos comprometemos a intentar portarnos mejor y hacer las cosas bien. Empezó el Miércoles de Ceniza, y termina en estos días, al llegar la Pascua, en la que celebramos que Jesús ¡ha resucitado! Con su muerte en la Cruz venció al pecado y a la muerte, al tercer día resucitó del sepulcro y vive ya con nosotros para siempre.

Cada uno tiene que prepararse de la mejor forma posible para vivir muy bien la Semana Santa y la Pascua. En Madrid, estos días pasados, el colegio Fuenllana ha puesto en marcha la Semana del Perdón, en la que los sacerdotes que atienden el colegio se quedaron más horas para que todos los alumnos (y los profesores) se pudieran confesar y vivir la alegría del perdón de Dios.

Para esta Semana del Perdón, el colegio tuvo un invitado muy especial. El cardenal Rouco, arzobispo de Madrid, dejó al colegio una reliquia de Juan Pablo II. Todos los niños, sus familias, amigos y hasta los vecinos del barrio han ido a rezar a la capilla del colegio y han pedido por muchas cosas. Una mujer fue a rezar por su sobrino, que estaba muy enfermo, porque tenía un tumor, y al día siguiente, de un modo que no se explica, el niño se puso bueno.

¿Qué es la oración? Hablar un rato con Jesús cada día para pedirle muchas cosas, pero no sólo eso. En la oración también le damos las gracias por todo lo bueno que nos da, le pedimos perdón por las cosas que hemos hecho mal, le contamos nuestro día, nuestras preocupaciones, etc.

Otros invitados especiales que recibió el colegio Fuenllana durante la Semana del Perdón fueron dos de los confesionarios utilizados en la Jornada Mundial de la Juventud, que se celebró en Madrid el verano pasado. Mucha gente se confesó en ellos, en el patio del colegio. Así, pudieron prepararse muy bien para estos días tan importantes de Semana Santa.

Preparados, listos… ¡Pascua!

Después de los cuarenta días de la Cuaresma, hoy empieza la Pascua, con un período de tres días que se llama Triduo Pascual, y que va desde el Jueves Santo hasta el Domingo de Resurrección. En estos días, los católicos no sólo recordamos un hecho histórico real, el que vivió Jesús, durante su Pasión, su muerte en la cruz y su resurrección, sino que también nos acercamos más a Él para dejar que nos vaya haciendo cada vez mejores, cada vez más parecidos a Él, o sea, cada vez ¡más santos! Los días de la Pascua son un momento tan importante para la Iglesia, que por eso nos hemos tenido que preparar durante cuarenta días para poder vivirlos bien. Si lo piensas detenidamente, todo lo que hemos hecho en estas semanas de Cuaresma ha servido para vaciarnos de las cosas que nos sobran y poder llenarnos ahora de Dios. Con la limosna, nos hemos desprendido del egoísmo, para que Jesús nos ayude a querer más a Dios y a los demás, y a darle menos importancia a las cosas materiales; con el ayuno, hemos aprendido la importancia del sacrificio, para valorar el que soportó Jesús por nuestros pecados; y con la oración y la penitencia, hemos podido tener un trato más personal con Dios, pedirle perdón y sentirnos perdonados. Ahora, toca poner todo esto en práctica y acompañar a Jesús en los momentos en que sufre, y alegrarnos con Él al saber que ¡ha resucitado!