Nos vamos de campamento - Alfa y Omega

«En aquellos días, María se levantó y se puso en camino de prisa hacia la montaña, a un pueblo de Judá; entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel» (Lucas 1, 39). María se puso en camino para ayudar a su prima Isabel, que la necesitaba. Es el inicio del Evangelio del día de la Asunción de Nuestra Señora.

Hace un mes Arón tuvo un accidente bastante fuerte y no puede ir a ayudarnos con la cocina al campamento que hacemos con niños y jóvenes en un pueblo de la montaña. Nos pasaba como a Isabel, necesitábamos ayuda y… sucede que el Evangelio sigue siendo actual siempre.

Estamos reunidos el grupo de monitores, la mitad son nuevos, retomamos esta actividad después de estos años de pandemia y nos encontramos con esta complicación añadida. Nos miramos, preguntándonos qué hacer. El presupuesto es mínimo, funcionamos sin ninguna subvención y con mucho voluntariado, es un campamento sencillo, austero, hecho con mucha ilusión y con pocas cosas. ¿Vamos a poder hacer el campamento?. Con los niños y jóvenes apuntados somos 70 y… ¡buff!

Dando vueltas a la cabeza vuelvo para casa y casi me doy de morros con Abel. «¿Cómo vas?», le pregunto. Tiene una hernia discal que no le deja subir al andamio desde hace dos años. Entramos en el bar a tomar un vino y después de un rato me dice: «¡Yo voy de cocinero al campamento, los días que me deje este dolor!». No me lo puedo creer, la vida y la gente te sorprenden más de una vez. «Es una manera de devolver lo que también a mí me dieron, de cuidar unos valores, de hacer la vida juntos». Eso me dijo Abel.

Esa misma noche llama Jorge, uno de los monitores, diciendo que su abuela y la abuela de Silvia están dispuestas a ir a echar una mano en la cocina.

Y así hemos podido realizar el campamento los setentaytantos niños y jóvenes de estos pueblos en la montaña bajo el manto del cielo estrellado, disfrutando de unos días de convivencia, entrega generosa, conociéndonos y aprendiendo juntos, como esos superhéroes sencillos que nuestros pueblos y nuestro mundo necesitan. Y estamos contentos creyendo que la vida es un poco mejor así.