No te preocupes, querida. Una distopía sobre la falsa felicidad - Alfa y Omega

No te preocupes, querida. Una distopía sobre la falsa felicidad

Juan Orellana
Alice (Florence Pugh) y Jack (Harry Styles), en un fotograma de la película
Alice (Florence Pugh) y Jack (Harry Styles), en un fotograma de la película. Foto: Warner Bros / Merrick Morton.

Alice y Jack son un matrimonio feliz. Él trabaja fuera de casa, ella en las labores del hogar, salen con amigos, van de fiesta, disfrutan del sexo y viven el uno para el otro. Su casa está en un complejo de estupendos chalets, y todos sus vecinos trabajan en la misma empresa, el proyecto Victoria, que lidera Frank. Es un proyecto secreto de carácter ingenieril, y los trabajadores no pueden desvelar nada de su trabajo a sus esposas, las cuales tampoco deben abandonar la urbanización. Cuando Alice empieza a tener determinadas pesadillas y delirios comienza a resquebrajarse la idílica felicidad.

La película tiene dos claves de aproximación. Una es la filosófica, bastante más enjundiosa que la segunda, la feminista. La primera introduce al filme en la misma temática de obras literarias o cinematográficas como Walden Dos, Un mundo feliz, El amo del mundo o El show de Truman. Todas tratan de una felicidad perfecta, pero artificial, que se levanta sobre la pérdida indolora de la libertad en aras de un amo generoso que nos proporciona paz y bienestar a cambio del control de nuestras vidas. El amo en este filme es Frank (Chris Pine), fundador del proyecto Victoria, cuyos empleados y esposas viven en una idílica urbanización de los años 50, en una zona despoblada del oeste de los Estados Unidos. Los hombres van en sus coches por la mañana a trabajar al proyecto, y sus mujeres se quedan en casa haciendo las tareas del hogar, las compras y preparando la cena para sus maridos. Y por ahí va la veta feminista de la película, a pesar de que el actor, Harry Styles, ha cobrado cuatro veces más que la actriz, Florence Pugh, mucho mejor intérprete que él. Pero lo realmente interesante que se ventila en la cinta es la necesidad desesperada del hombre moderno de huir de la insatisfacción de la vida. Una huida que se emprende por paraísos artificiales, como los actuales metaversos y demás tecnologías de la realidad virtual. Es una pena que la película solo busque reflexionar sobre esto en el caso de las mujeres, cuando en realidad se trata de un drama universal.

La actriz Olivia Wilde dirige su segundo largometraje, en el que, por cierto, se ha reservado un interesante papel secundario. Opta por una estética cincuentera polícroma con un diseño de producción de Katie Byron, y hace uso de unos encuadres sofisticados que nos recuerdan la ciencia ficción de otros tiempos. La desasosegadora banda sonora de John Powell subraya el lado oscuro que se esconde detrás de la abundante luz de la película.

La cinta viene envuelta en una agria polémica que ha llenado las revistas del corazón y las redes sociales. Por lo visto, el rodaje se vio complicado en unos enredos amorosos entre la directora, casada y con hijos, y el cantante Harry Styles, coprotagonista del filme. Un caso más del Hollywood Babilonia carente de interés.

No te preocupes, querida
Directora:

Olivia Wilde

País:

Estados Unidos

Año:

2022

Género:

Thriller

Público:

+12 años

Cartel de 'No te preocupes, querida'