Les voy a ser muy sincero. Hay días en los que uno tiene que ir al teatro porque le toca cubrir una obra que no ha elegido. Este es mi caso. Cuando vi el cartel de la obra en cuestión, las pocas funciones que ofrece y que era un musical, pensé que No son maneras de tratar a una dama sería una mezcla entre Perdona bonita pero Lucas me quería a mí y Al otro lado de la cama. Pero la obligación es la obligación y me encerré la tarde del domingo en el Teatro Alfil. ¡Por lo menos allí puedes tomarte una copa mientras esperas la apertura del telón!
Pero estas no son maneras de tratar al teatro, partiendo de prejuicios y sin dar oportunidad alguna. ¡Menos mal que la realidad suele superar nuestras expectativas! Esta comedia-negra-musical merece ser vista y, por supuesto, aplaudida.
Al entrar en la sala, la voz de Ella Fitzgerald nos arrastra al Manhattan de los años 30 mientras esperamos que comience la función. En las calles de la Gran Manzana un asesino en serie está sembrando el pánico. Las víctimas aparecen estranguladas y con la marca de un beso de carmín rojo sobre la frente. El asesino es Kit, un actor desequilibrado y condicionado por la presencia de su difunta madre, que busca ser portada en el Times a toca costa. El poli bueno es Morris Brummell, un detective del montón al que se le presentan dos grandes oportunidades en su anodina existencia: un gran caso y una exuberante mujer, demasiado para un tipo como él. Todos buscan (o buscamos…) la fama, ser reconocidos, pero, ¿qué estarías dispuesto a sacrificar?
Estamos ante una historia sencilla pero muy bien construida, basada en la novela homónima de William Goldman y adaptada magníficamente a la estructura del musical por Douglas J. Cohen, quien ya tuvo su merecido éxito en el off-Broadway. Ahora se estrena por primera vez en España de la mano de Pablo Muñoz-Chápuli y la productora Tela-Katola. Los actores encarnan muy bien los clichés de sus personajes, cantan notablemente bien y nos meten en escena rápidamente. Personalmente creo que el asesino llega a ser demasiado histriónico en algunas escenas, pero es un detalle sin importancia respecto al conjunto de la representación. El Teatro Alfil nos ofrece con esta obra jazz en directo, melodías que ambientan perfectamente la trama y una escenografía que nos evoca a los cómics del clásico Dick Tracy. Hacía tiempo que no salía con tan buen sabor de una sala.
No son maneras de tratar a una dama es una comedia ligera, sin grandes pretensiones, y esto es lo que la hace muy recomendable. Ofrece lo que tiene: entretenimiento para esas tardes de domingo que uno no sabe muy bien qué hacer. ¡No se la pierdan!
★★★★☆
Calle del Pez, 10
Santo Domingo, Callao
OBRA FINALIZADA