No es verdad 937 - Alfa y Omega

La portada de ABC, que ilustra este comentario, lo dice todo por sí sola. Ya me gustaría a mí saber cómo se dice en griego sarna con gusto no pica, porque es lo que mejor define el sorprendente sirtaki que se marcaron los de la Plaza Sintagma, de Atenas, la noche del domingo, al conocer el resultado del incomprensible referéndum con el que el populismo rampante y engañador logró desviar hacia el exterior el malestar profundo de un país raro, en el que la mayoría no parece saber lo que quiere. Sólo votó el 60 por ciento de los griegos con derecho a voto; más de un tercio se abstuvo, tal vez por vergüenza; y de los votantes, el 61 por ciento votó contra la Europa que les viene sacando las castañas del fuego, desde hace años, y de la que, por la cuenta que les tiene, no quieren salir, no faltaba más… Es la primera vez en la Historia –claro que los griegos siempre han sido muy aficionados a hacer Historia– que, a la hora de negociar un acuerdo, las condiciones se las ponen los que cobran y deben a los que pagan y tragan. Tengo la convicción de que si les preguntas a más del 60 por ciento de ese 61 por ciento qué es exactamente lo que votaron, no sabrían qué contestar. Sesudos expertos en demoscopia han explicado que pudo más el voto de la rabia que el del miedo, sobre todo entre los jóvenes, claro; pero todo lo ilógica que es esa rabia es poco comparado con lo lógico que es el miedo, tal como está el patio griego a estas alturas de la película, que ríete tú de la de Zorba, el griego… Y la palabra lógica es tan de origen griego como la palabra democracia, o la palabra demagogia, que si empiezas a quitar del diccionario palabras de origen griego, te quedas en cueros vivos, como, por lo que se ve, les gusta a los de Syriza-Podemos.

En resumidas cuentas, que ahora nos toca votar al resto de los europeos y la pregunta podría ser corta y clara: ¿Quiere usted seguir pagando a los que no pagan ni devuelven?; por si acaso, al impresentable del ministro Varufakis, que negocia insultando, llamando criminales y terroristas a quienes le pagan, ya le han mandado en su moto de gran cilindrada a su dúplex con vistas a la Acrópolis, o de vacaciones a la isla familiar, tan revolucionario, reivindicativo y comunista todo ello. Se ve que el leninismo amable se las gasta así. Lo deprisa que están aprendiendo nuestros amables leninistas… Juan Manuel de Prada acaba de definirlos, en ABC, por su nombre: pandilla de comunistas demagogos. Y Tertsch ha añadido: «Europa sufre la agresión de un Gobierno neocomunista, un ataque a su propia esencia». Si Europa vuelve a bajarse los pantalones, o lo que le quede de ellos, inyectando más miles de millones de euros a los que se jubilaban a los 50, con pensión vitalicia para sus hijos, a los que ahora, desde la cola del banco para sacar 60 míseros euros del cajero del corralito, ven pasar la moto de Varufakis camino del dúplex o de la isla familiar, será ya el acabóse y la indignidad total. La indignidad parcial, pero evidente, comenzó hace ya años, cuando Europa renunció a sus raíces cristianas. A los de la Europa unida habría que gritarles: ¡Ah!, pero ¿queda algo de ella?

Desde 2007, Grecia ha perdido la cuarta parte de su riqueza, a pesar de los 240.000 millones de euros inyectados por Europa y por el Fondo Monetario Internacional. ¡Toma tragedia griega, Tsipras, y toma regeneración y cambio!, podría haber dicho el presidente de la Comisión Europea, Juncker, pero lo que ha dicho ha sido: «No hay que suicidarse por tener miedo a morir». ¡A ver, que salgan al ruedo los arúspices…! ¿Qué pasará? Carrascal ha sentenciado: «Cuando se mezclan la arrogancia, el nacionalismo y la doblez, es muy difícil hacer pronósticos». ¡Y tanto! En todo caso, no parece que los causantes de los males griegos seamos los que les pagamos la fiesta desde hace tanto tiempo, mientras nos apretamos el cinturón en el que ya no quedan ni agujeros que apretar.

Mientras tanto, con el altavoz de La Sexta (¿por qué la llamarán La secta?) a todo trapo, Madrid se convierte en la fiesta de referencia del orgullo gay, y ahí tememos esos nuevos sanfermines, ikurriñas incluidas, con las primeras autoridades municipales (antes se decía así) de palmeros en el tablao. Y mientras tanto, deshielos en Guadarrama: Rajoy le contesta a Aznar que «en el PP hemos acertado en lo importante». Pero ¿quiénes? ¿Y qué es lo importante para ellos? Y Puebla ha pintado en ABC a los condenados a galeras rema que te rema, comentando: Debe de faltar poco para las elecciones; nos van a rebajar dos centímetros de remo…