Nicaragua expulsó a más de 200 sacerdotes y religiosas durante 2023
Según un informe del Colectivo de Derechos Humanos Nicaragua Nunca +, el régimen de Ortega busca «destruir» o por lo menos «usurpar» las actividades religiosas
Durante 2023 el Gobierno de Nicaragua expulsó a unos 227 líderes religiosos —151 sacerdotes y 76 religiosas—, según denunció este martes el Colectivo de Derechos Humanos Nicaragua Nunca + durante la presentación del informe Violaciones a la libertad religiosa. Etapas de represión contra la Iglesia en Nicaragua. En él también se advierte de que el régimen de Daniel Ortega ha buscado este año asumir el control de las actividades religiosas, principalmente las de la Iglesia católica.
Según el abogado nicaragüense Juan Carlos Arce, miembro de esta entidad, «el régimen de Nicaragua está empeñado en controlarlo todo»; especialmente a la Iglesia católica, porque ve en «su infraestructura, sus estructuras y su jerarquía un riesgo». Por ello, según dijo Arce durante la presentación del informe, la pareja presidencial —Daniel Ortega y Rosario Murillo— «apuntan a destruir» o bien usurpar las actividades religiosas.
A su juicio Ortega, que controla los cuatro poderes del Estado en Nicaragua, tiene como objetivo «configurar una Iglesia a la medida. En la medida en que no la pueden controlar, la van a destruir». En la misma línea, el activista Yader Valdivia, también miembro de Nicaragua Nunca +, aseguró que el régimen presidencial quiere reemplazar a la Iglesia católica y por eso está prohibiendo sus actividades y sustituyéndolas por otras de corte propagandístico.
«Por un lado podemos observar cómo las actividades religiosas de fe son canceladas o son limitadas a realizarse dentro de los templos (…), y por otro lado como el Estado de Nicaragua ha asumido estas actividades religiosas como actividades populares», señaló Valdivia. «Promueven la fe como una religión popular, que tratan de maquillar como que sí se siguen realizando actividades religiosas (por parte de la Iglesia católica) y no son más que actividades propagandísticas», añadió.
La usurpación de las actividades religiosas va acompañada del «ahogamiento financiero y operativo de la Iglesia», incluyendo el cierre de medios de comunicación y centro de estudios católicos, así como el encarcelamiento y expulsión de sacerdotes. Ante esta situación, el Colectivo de Derechos Humanos Nicaragua Nunca + instó a las organizaciones internacionales de derechos humanos, según la agencia EFE, «a mantener un escrutinio constante sobre la situación en Nicaragua y a tomar medidas efectivas para asegurar que se respeten los derechos fundamentales de todas las personas en el país»; entre ellos «la libertad religiosa, que es un pilar esencial de cualquier sociedad justa y libre, y no podemos permitir que sea socavada».