Moscú consolida su control sobre los obispos ortodoxos de los países vecinos

En el contexto de la guerra de Ucrania, la Iglesia ortodoxa rusa quiere consolidar el control de las diócesis bajo su jurisdicción en los países del antiguo bloque soviético. Así se desprende de la decisión de crear, en la reunión del Santo Sínodo celebrada la semana pasada, un nuevo departamento ad hoc para la «administración de las eparquías en los países extranjeros vecinos».

Según explica AsiaNews, el término «extranjero vecino» es una expresión «muy típica del período soviético», que se utilizaba para los países de la órbita de la URSS. Desde la caída del Muro de Berlín, que «había caído en desuso».

La decisión se aprobó a petición del mismo patriarca Cirilo. El nuevo departamento se encomendó al vicario Pavel Ponomarev, antiguo exarca de Bielorrusia y actual metropolita de Krutitsky y Kolomna. Dentro de su ámbito de competencia se encuentra la Iglesia ortodoxa ucraniana del Patriarcado de Moscú. Pero también la Iglesia ortodoxa de Bielorrusia (exarcado dependiente Moscú), las iglesias ortodoxas ligadas a Rusia en los países bálticos, las sedes metropolitanas de Kazajistán y Asia Central y la eparquía de Azerbaiyán.

Los ucranianos, ausentes

La decisión se tomó sin escuchar a los representantes de la Iglesia ortodoxa ucraniana. En ella deberían haber participado tanto el metropolita Onofre, su primado, como los metropolitas Inocencio de Vilna y Lituania y Antonio de Borispol y Brovary. Pero no pudieron hacerlo debido a la guerra «y la situación internacional actual».

Según desarrolla AsiaNews, la nueva oficina podrá definir y «expandir sus competencias según las necesidades de los fieles rusos presentes en los diversos países» o presentes en ellos de forma itinerante, «incluyendo las misiones militares». Además, supervisará la posición de los obispos y metropolitas en estos países.

Presencia en África

El Santo Sínodo aprobó también los nuevos estatutos del exarcado ortodoxo ruso para África. Este exarcado, encomendado al metropolita de la Iglesia ortodoxa rusa en Armenia, Leonid Gorbacev, se creó en una reunión previa del Santo Sínodo, el 29 de diciembre.

La decisión supone una intromisión en el territorio canónico del Patriarcado de Alejandría. Moscú la justificó afirmando que un centenar de sacerdotes de ese patriarcado solicitaron pasar a su jurisdicción por estar en desacuerdo con que el patriarca ortodoxo griego de Alejandría, Teodoro II (distinto del patriarca copto del mismo nombre) reconociera la autocefalia de la Iglesia ortodoxa ucraniana.

Durante el Santo Sínodo de la semana pasada, se decidió además que en la próxima reunión del Consejo de Obispos se incluirá la «consideración de enmiendas» al funcionamiento de la Iglesia ortodoxa rusa. Los cambios pueden estar relacionados con la necesidad de adaptar su normativa interna a las decisiones recientes.