Monseñor Padrón, participante en el Sínodo de la Familia: «Nada de lo que se dijo es definitivo»
El obispo de Cumaná y presidente de la Conferencia Episcopal Venezolana, monseñor Diego Padrón, relata la experiencia vivida en el Sínodo de la Familia que acaba de concluir y expresa su convicción de que, del Sínodo de 2015 -«la fase de actuación»-, saldrán algunos cambios
Se refiere al Sínodo como un camino hecho en común, en el que han participado también los fieles, que hace un año respondieron a las preguntas que les hacía la Iglesia.
Monseñor Diego Padrón ha explicado este miércoles, en un encuentro con periodistas antes de regresar a Venezuela, que este Sínodo de la Familia recién terminado se ha caracterizado por una «mayor participación y una gran libertad de expresión», tal como había pedido el Santo Padre en la inauguración. «Cada sesión tenía una hora final donde se podían tocar con entera libertad todos los temas», ha dicho.
Preguntado sobre la supuesta polémica entre dos grupos con visiones enfrentadas, el obispo venezolano ha explicado que «realmente sí se notó que había tensión, que había dos visiones distintas tanto en relación a los divorciados vueltos a casar como a las personas con tendencia homosexual. Pero -ha añadido- no hubo polémica fuerte ni violenta, se llevó de manera muy pausada con gran serenidad, con gran cordialidad, cada uno expuso sus argumentos, y con gran respeto fueron todos aceptados». Señala monseñor Padrón que la Relatio final «refleja perfectamente el conjunto de visiones y de exposiciones que se hicieron dentro del aula», pero recuerda que «nada de lo que se dijo allí es definitivo». Más bien, explica don Diego, esta primera reunión ha servido para «ver y juzgar» y será el próximo Sínodo de la Familia, el que se celebrará en 2015, el que se dedique a «actuar, a tomar resoluciones y líneas de acción».
¿Cambios en 2015?
En este sentido, el presidente de los obispos venezolanos cree probable que, en esa reunión de 2015, haya «cambios en relación al desafío de los divorciados vueltos a casar. La mayoría del Sínodo, percibí, está a favor de una apertura, de dar por ejemplo la participación en el sacramento de la Comunión. Poniendo unas condiciones, no de manera general. Habrá que discernir en cada caso. Pero es una postura nueva. Lo que yo discerní es que la mayoría del Sínodo tiene una postura de apertura hacia la nueva situación».
En opinión de monseñor Padrón, los tiempos han cambiado y la familia hoy tiene otros desafíos. «Creo -dice- que muchas familias de matrimonios divorciados y vueltos a casar tienen un gran sufrimiento, y eso hay que tenerlo en cuenta para acompañarles. Creo que los auxilios de la iglesia, los sacramentos, están, precisamente, para quien más lo necesita y, quien sufre interiormente una situación dura, necesita más que otro, quizá, los sacramentos».
El Papa
Monseñor Padrón se ha referido también a la actitud del Papa Francisco durante el Sínodo, y ha señalado que el Santo Padre se colocaba cerca de la puerta, saludando uno a uno a los participantes en el encuentro. Siempre atento a las intervenciones, ha participado en todas las sesiones y ha entablado conversación con los participantes en las pausas para el café que se hacían a diario. «El Papa -ha dicho monseñor Padrón- no quería un rebaño de gente muda. Quería que hubiera debate».