Monseñor Osoro lava los pies a diez internos
Como colofón del Jubileo de la Misericordia celebrado en la prisión de Soto del Real el pasado día 11 de marzo, el arzobispo de Madrid regresó para compartir con los internos la Eucaristía de la Cena del Señor del Jueves Santo. Con la participación de cinco sacerdotes, 280 internos y 20 voluntarios, monseñor Osoro se ciñó la toalla y lavó los pies a diez internos, una voluntaria y un funcionario, representando a todos los que viven y trabajan dentro de la prisión.
En la homilía, cercana y sencilla, les dijo que era «una inmensa alegría poder estar con vosotros celebrando este día. Gracias por permitirme estar aquí». Prosiguió recordando que «decir “quiero a los demás” es fácil. Decírselo con obras es difícil. Comulgar con el Señor es tener su mismo amor. Y Jesús para hacérnoslo entender se pone a lavar los pies a sus discípulos». «Todos tenemos que limpiar nuestra vida y buscar la verdad, aquello que nos puede hacer felices. Y cuando buscamos y nos limpiamos encontramos a Jesús y, en Él, la felicidad. Tres son las llaves para ser felices: amar hasta el extremo, hacerse esclavo y construir la fraternidad», añadió.
Monseñor Osoro terminó invitándoles a acoger estas tres llaves y desde este lugar «cambiar el mundo». En esta tarea no estáis solos, les recordó: «Yo estoy dispuesto a cambiarlo con vosotros, a acompañaros en esta tarea. Para ello acoged a Jesús que transforma la vida y ayuda a besar el pie a quien sea».
Después de la comunión, a petición de los mismos internos, tuvo lugar un emotivo minuto de silencio y oración por las víctimas del atentado de Bruselas. Rompieron el silencio cantando el Himno de la Alegría con el deseo de que un día reine entre los hombres la fraternidad y la paz.
La mañana finalizó con la visita del arzobispo a los enfermos del módulo de enfermería.