Minari. Historia de mi familia. Reviviendo el sueño americano - Alfa y Omega

Minari. Historia de mi familia. Reviviendo el sueño americano

Juan Orellana
La familia Yi compra en Arkansas un terreno para cultivar verduras surcoreanas. Foto: A24 / Josh Ethan Johnson

Esta cinta llega a nuestras pantallas con el reconocimiento de más de 70 premios y 168 nominaciones, pero sobre todo con el aval del Globo de Oro a la mejor película en lengua no inglesa. A pesar de que está en coreano, la película es de nacionalidad americana y cuenta con Brad Pitt como productor ejecutivo, y muchos consideran absurdo que haya sido galardonada en los Globos de Oro en esa categoría. En cualquier caso, es una película profundamente americana por su temática y desarrollo.

Minari. Historia de mi familia es una mirada agridulce al sueño americano, en mitad de los años 80, en plena era Reagan. Su director, Lee Isaac Chung, natural de Denver (Colorado), revive la historia de su propia familia a través de esta película intimista y contemplativa. La familia Yi, de origen surcoreano, se endeuda para comprar un terreno en una zona rural de Arkansas. Lo que pretende Jacob Yi (Steven Yeun) es cultivar verduras coreanas que se puedan vender en el creciente mercado de inmigrantes de aquel país, presuntamente nostálgicos de su propia gastronomía. Su esposa no está convencida de que merezca la pena tan gran sacrificio, pero decide apoyarle inicialmente, y se trae a la abuela a vivir con ellos. Las cosas no van a ser fáciles y, llegados a cierto punto, Jacob y su esposa, Monica, tendrán que valorar si se da prioridad a la familia o al sueño perseguido por Jacob.

La película va hilando recuerdos de aquellos años, especialmente desde el punto de vista de David, el hijo pequeño, interpretado con carisma por Alan S. Kim. David, de 7 años, se identifica bastante con su padre e inicialmente rechaza a la abuela que, según él, no parece una abuela (dice palabrotas, sigue con pasión las retrasmisiones de lucha libre y roba del cepillo de la iglesia). David es testigo de los avatares familiares y del progresivo deterioro de la relación de sus padres. Se apoyará en su hermana mayor Anne (Noel Cho), paciente y discreta.

No suceden grandes cosas, al menos hasta el final, y la cinta transpira cotidianidad y costumbrismo, aderezada con personajes sacados de la América profunda, como el socio de Jacob, Paul, un veterano de la guerra de Corea que se ha quedado un poco trastornado desde entonces. Paul está definido por su fe religiosa, algo que también tiene un importante papel en el filme, dado que en la familia Yi son evangélicos. Todo esto, además, se enmarca en grandes paisajes, en una relación muy directa con el campo, en los ritmos de la naturaleza y las relaciones personales cotidianas. En cierto modo, la película recuerda a las historias familiares que hemos visto en tantas cintas japonesas de Hirokazu Koreeda alabadas en Occidente, como pueden ser Un asunto de familia o Still walking.

En estos tiempos frenéticos, en los que la inmediatez es un valor supremo, se agradece encontrarse con películas que exorcizan las prisas y los efectismos, y nos obligan a sincronizarnos con los ritmos más humanos de la vida.

Minari. Historia de mi familia
Director:

Lee Isaac Chung

País:

Estados Unidos

Año:

2020

Género:

Drama

Público:

+7 años