Migraciones: fe y esperanza - Alfa y Omega

Migraciones: fe y esperanza

Del mensaje para la Jornada Mundial de las migraciones

Papa Benedicto XVI
Benedicto XVI

Fe y esperanza forman un binomio inseparable en el corazón de muchísimos emigrantes, puesto que en ellos anida el anhelo de una vida mejor, a lo que se une, en ocasiones, el deseo de querer dejar atrás la desesperación de un futuro imposible de construir.

En el actual contexto socio-político, antes incluso que el derecho a emigrar, hay que reafirmar el derecho a no emigrar, es decir, a tener las condiciones para permanecer en la propia tierra. Actualmente, muchas migraciones son el resultado de la precariedad económica, de la falta de bienes básicos, de guerras y de desórdenes sociales. En lugar de una peregrinación animada por la confianza, la fe y la esperanza, emigrar se convierte entonces en un calvario para la supervivencia.

La Iglesia no deja de poner de manifiesto los aspectos positivos que comportan las migraciones. Es aquí donde se incluyen las acciones de acogida que favorecen y acompañan la inserción integral de los emigrantes en el nuevo contexto socio-cultural, sin olvidar la dimensión religiosa, esencial para la vida de cada persona. Emigrantes y refugiados pueden experimentar relaciones nuevas y acogedoras, que les alienten a contribuir al bienestar de los países de acogida con sus habilidades profesionales y, también, con su testimonio de fe, que estimula a las comunidades de antigua tradición cristiana.

El camino de la integración incluye derechos y deberes, atención y cuidado a los emigrantes para que tengan una vida digna, pero también atención por parte de los emigrantes hacia los valores que ofrece la sociedad en la que se insertan.

(12-X- 2012)