Maximino Caballero quiere «poner la Santa Sede como referencia internacional de transparencia»
«Prácticamente estamos empezando, por lo que hay que tener paciencia», considera el prefecto de la Secretaría de Asuntos Económicos de la Santa Sede
«Hay que recuperar la credibilidad que, a nivel de Santa Sede, está muy dañada, y solo se puede hacer a través de una transparencia total», afirmó Maximino Caballero, prefecto de la Secretaría de Asuntos Económicos de la Santa Sede, el martes 13 de febrero durante las XVIII Conversaciones Canónicas de Valencia. Este evento, en el que expertos abordaron la necesidad de una gestión económica al servicio de la misión evangelizadora de la Iglesia, estaba organizado por la Facultad de Derecho Canónico de la Universidad Católica de Valencia (UCV), el Arzobispado de Valencia y CaixaBank.
Según el prefecto, para controlar las cuentas del Estado más pequeño del mundo no hay que moverse «solo por la necesidad de dinero». Ese dinero «no vendrá sin transparencia, sin rendir cuentas o si no hacemos las cosas como se deben hacer».
Caballero reveló también que la reforma económica de la Santa Sede «es un proceso a largo plazo que, aunque comenzó en 2014, prácticamente estamos empezando». Por tanto, «hay que tener paciencia». «Habrá ajustes», prometió. «Todo nos llevará al objetivo último: poner a la Santa Sede como referencia internacional desde el punto de vista de transparencia y de recuperación de la credibilidad».
El sucesor de Juan Antonio Guerrero subrayó que «la transparencia es el principio más mencionado y más utilizado en las normativas de la reforma económica». Más aún, como el patrimonio de la Santa Sede está alimentado en gran parte por «donaciones de los fieles», desde el órgano «tenemos que dar y rendir cuentas», consideró. Pero matizó también «transparencia no solo es publicar las cuentas; es demostrar que tenemos unos procesos que funcionan, que cada ente es responsable de sus actos y que luchamos contra la corrupción».
Una estructura inaugurada en 2014
La Secretaría de Asuntos Económicos de la Santa Sede que encabeza Maximino Caballero es consecuencia de la renovación de la Curia emprendida por Francisco y que se consolidó con la constitución apostólica Praedicate Evangelium aprobada el 19 de marzo de 2022. «La reforma económica se engloba dentro de una reforma organizativa, más general, de la Santa Sede. Y es, si no la más importante, una de las más radicales y profundas que se ha hecho», apuntó en Valencia.
Este proceso comenzó en 2013 con la creación de una comisión llamada COSEA para sugerir al Papa diferentes iniciativas económicas. «En aquel momento se vio necesario tener una estructura profesional y adecuada para gestionar el patrimonio de la Santa Sede», señaló Caballero, quien recalcó la necesidad de proteger el Vaticano de las crisis económicas.
Más tarde, en 2014, con el motu proprio Fidelis dispensator et prudens, «se da el disparo de salida a la reforma económica desde el punto de vista organizativo». Fue entonces cuando se creó la Secretaría para la Economía, el Consejo para la Economía y la Oficina del Revisor General, «que son organismos regulatorios, de control y de auditorías, tareas que hasta entonces no existían».