Más de 5.000 internos participan en las celebraciones religiosas en la cárcel
El Departamento de Pastoral Penitenciaria de la CEE presenta la Memoria 2021. Invirtió dos millones de euros en ayudas, programas y casas de acogida, entre otros proyectos
La Iglesia mantiene su compromiso por estar en la cárcel, cerca de los presos. Basta acercarse a la Memoria 2021 que acaba de publicar el Departamento de Pastoral Penitenciaria de la Conferencia Episcopal Española (CEE), donde se detallan todos los recursos económicos —más de dos millones de euros, 300.000 euros más que el año anterior— y humanos —2.132 voluntarios y 160 capellanes— que se ponen a disposición de las personas privadas de libertad.
Una labor que se estructura en torno a 955 programas de las áreas religiosa (272), social (561) y jurídica (122), tanto dentro como fuera de la cárcel. En el ámbito estrictamente pastoral, cabe destacar que, como en años anteriores, el número de personas que participaron en las celebraciones religiosas supera las 5.000. Concretamente fueron 5.220.
La parte social también tiene mucho peso y durante el 2021 se entregaron 8.192 paquetes de ropa y se ofrecieron ayudas económicas a 8.508 personas por valor de 222.275 euros. Además, se han puesto 85 casas de acogida —tres más que el año anterior— a disposición de 2.889 personas, que han cumplido allí permisos, tercer grado y libertades. También se ha acompañado a 716 personas a las que se impusieron trabajos en beneficio de la comunidad.
Pastoral contracorriente
«Aunque la sociedad condene delitos, pida más dureza en las penas, mayor cumplimiento en cárcel, la Iglesia siempre está ahí, al lado de la persona privada de libertad. Somos conscientes de que parte de nuestra sociedad no entiende nuestro compromiso, no entiende que acojamos a gente que sele de permiso o en libertad, no entiende que les llevemos paquetes de ropa o les pongamos peculio a los presos pobres», explica Florencio Roselló, mercedario y director del Departamento de Pastoral Penitenciaria de la CEE.
Por todo esto, continúa, es consciente de que la pastoral penitenciaria es «una pastoral contracorriente, contrasocial, contra opinión pública». Y añade: «Pero por encima de todo ponemos a la persona en el centro y nos preguntamos como se pregunta el Papa siempre que visita una cárcel: ‘¿Por qué ellos y yo no?’».
Finalmente, muestra su deseo de que la Memoria 2021 ayude a visibilizar esta acción de la Iglesia y reafirma el compromiso de esta con «nuestros hermanos que están en prisión». «Allí va a estar la Iglesia, allí estará la pastoral penitenciaria».