Más de 100 internos de 15 prisiones completan el Camino de Santiago - Alfa y Omega

Más de 100 internos de 15 prisiones completan el Camino de Santiago

El secretario general de Instituciones Penitenciarias y el obispo responsable de la Pastoral Penitenciaria se unieron al grupo durante los últimos kilómetros

Fran Otero
Un grupo de internos de varias cárceles españolas posan en la plaza del Obradoiro. Foto: CEE.

Un premio, una oportunidad para redimirse y perdonarse, un sorbo de paz y de libertad. Así se han sentido los 110 reclusos de 15 prisiones de toda España durante el Camino de Santiago, que recorrieron durante la semana pasado y que culminaron el sábado en con una Eucaristía en la catedral de Santiago de Compostela.

La iniciativa, puesta en marcha por el Departamento de Pastoral Penitenciaria de la CEE, ha permitido que los presos, repartidos en 13 grupos recorriesen las distintas rutas hasta el Monte del Gozo, donde se reunieron para completar juntos la peregrinación. A este último tramo se sumaron como unos peregrinos más el secretario general de Instituciones Penitenciarias, Ángel Luis Ortiz González; el obispo de Mondoñedo-Ferrol y responsable de la Pastoral Penitenciaria, Fernando García Cadiñanos; y el responsable del citado departamento de la CEE, Florencio Roselló.

Durante una comida festiva en Santiago el mismo día de la llegada, el obispo quiso reconocer «las horas y la dedicación» que hay detrás para que una tarea de estas características exige. Un agradecimiento que dirigió a los sacerdotes y voluntarios, pero también a los responsables y trabajadores de Instituciones Penitenciarias. Cabe destacar que los internos acudieron acompañados por un centenar de funcionarios, capellanes y voluntarios.

El secretario general de Instituciones Penitenciarias reconoció que esta actividad ha permitido a muchos tener una experiencia espiritual, superar un reto físico y también conocer gente, pero, sobre todo, destacó que a través de ella pudieron ser «libres y responsables». «Gracias a vuestra libertad y responsabilidad, esto podrá repetirse», añadió.

Tras manifestar que es muy importante confiar en el ser humano, en las personas, destacó la labor de la Iglesia en el ámbito penitenciario tanto por la calidad de su atención como por la capilaridad. «Está en todo el territorio», agregó.

La voz de los internos

Tras las intervenciones más protocolarias llegó el turno de los protagonistas, los presos. Once de los participantes tomaron la palabra en nombre de sus compañeros. «Nos hemos sentido valiosos. Nos hemos podido perdonar y dejar atrás cosas negativas de la vida», dijo Darly. A Mario le sirvió para sentirse «en paz», a Pedro para aceptarse y para Gustavo fue «una oportunidad de redimirnos, de perdonarnos».

Jorge habló con claridad: «Es un trofeo que jamás olvidaré. Un premio que agradecemos». Él lleva 13 meses en la cárcel de Botafuego en Algeciras, tiempo suficiente para «valorar lo que nunca valoré por no echarla de menos: la libertad». Ahora que está cerca de recomponer lo que perdió, de regresar junto a su familia, tiene claro que quiere que la cárcel sea pasado.