Martínez-Sellés: «En todo matrimonio tiene que haber, al menos, un idiota»
El jefe del Colegio Oficial de Médicos de Madrid publica Salva tu matrimonio, donde da pautas contra las separaciones y divorcios. «El secreto fundamental es la entrega a la otra persona», afirma el doctor
Este martes el Gobierno ha dado luz verde a la nueva ley del aborto, una norma que permite abortar a las menores de 16 y 17 años sin consentimiento paterno, que creará un registro de médicos objetores y que elimina el periodo de reflexión que se ofrece a las mujeres antes de tomar la decisión. Ahora, el texto pasará al Congreso y el Senado para ser discutido por los partidos políticos.
El presidente del Colegio Oficial de Médicos de Madrid Manuel Martínez-Sellés ha recibido este nuevo paso de la ley «con mucha tristeza», asegura en conversación con Alfa y Omega. «Es un proyecto de ley que va en dirección contraria a lo que están haciendo otros países que nos han precedido en la legalización del aborto», como Estados Unidos o Polonia, «y que ahora están dando marcha atrás».
Según el también jefe de sección de Cuidados Cardiológicos Agudos del hospital Gregorio Marañón, la nueva norma «tiene partes verdaderamente preocupantes» como el hecho de que las menores puedan abortar sin el permiso de sus padres. «No pueden votar, ni conducir, ni comprar alcohol, pero puedes abortar sin decirle nada a tus padres», denuncia el médico, al mismo tiempo que señala que «es una intervención que puede tener complicaciones» y «no se entiende que los padres no tengan que dar su consentimiento».
Por último, Martínez-Sellés expresa su preocupación sobre el uso que se le pueda dar al registro de objetores de conciencia que quiere implantar la norma y califica también la ley como «una muy mala noticia» a tenor de «las cifras de natalidad tan bajas que tenemos. Vamos hacia un verdadero suicidio demográfico», asegura. Precisamente, hace dos semanas escasas el Instituto Nacional de Estadística informaba del número de nacimientos en el primer semestre de 2022. Fueron un total de 159.705, la cifra más baja desde que existen los registros.
Divorcio y matrimonio
El aborto, sin embargo, no es el único problema que puede surgir en las familias. Otro son las separaciones y divorcios, que afectan al 70 % del total de los matrimonios. El propio Manuel Martínez-Sellés ha tenido «la experiencia de muchos matrimonios cercanos que se han ido rompiendo». Vivir esta desgracia de cerca llevó al doctor a investigar «un poco sobre el tema» y a «profundizar en los motivos por lo que sucede esto».
Fruto de este trabajo ha surgido el libro Salva tu matrimonio (Rialp), que se publica el 1 de septiembre y en el que el presidente del Colegio Oficial de Médicos de Madrid ofrece pautas para evitar la ruptura. «Yo creo que el secreto fundamental es la entrega a la otra persona» y «los pequeños detalles de cariño». De hecho, el libro incluye un capítulo al respecto que se titula El idiota. «Lo que digo es que en todo matrimonio tiene que haber por lo menos un idiota, que es el que cede, el que da lo mejor al cónyuge, que se queda lo peor… Y si los dos son idiotas, pues genial, así ambos pondrán siempre al otro por delante».
En el lado contrario a la entrega, Martínez-Sellés sitúa el exceso de trabajo, el móvil o, en ocasiones, la familia de origen: «Doy pautas para evitar que las relaciones con los suegros, cuñados, etc., en vez de ser algo positivo, se conviertan en uno de los principales motivos de rupturas». Sobre el móvil, el médico advierte contra el peligro de la dependencia. «Llevar el móvil permanentemente a las comidas, al dormitorio, etc., puede terminar afectando a la relación conyugal».
Por último, el doctor subraya la importancia de priorizar al cónyuge frente a los hijos. «Nosotros tenemos ochos hijos y los queremos mucho y nos volcamos con ellos, pero no son los más importante del matrimonio». Concluye hablando del hecho de que «los hombres y mujeres somos distintos. Se puede apreciar en términos físicos, biológicos y psicológicos». A la luz de estas diferencias, «se explican muchas desavenencias en los matrimonios», y «conocerlas permite evitarlas. Por ejemplo, no es que en una discusión uno siempre tenga la razón y el otro esté equivocado, es que los dos pueden tener razón porque percibimos el mundo de forma diferente».