Desde que Rusia inició la invasión de Ucrania, el pasado 24 de febrero, la ciudad de Mariúpol se ha convertido en uno de los epicentros del conflicto. Ha sido bombardeada sin descanso por el ejército ruso y, en la actualidad, está sitiada por las tropas. Sin luz, sin agua, sin calefacción —con temperaturas bajo cero— y prácticamente sin alimentos, la situación es dramática.
Ante semejante panorama, el Papa Francisco no quiso permanecer callado y el domingo 13 de marzo lanzó un mensaje a través de Twitter en el que denunciaba el horror que estaba viviendo la localidad. «La ciudad que lleva el nombre de la Virgen María, Mariúpol, se ha convertido en una ciudad mártir de la desgarradora guerra que está devastando Ucrania. #OremosJuntos #Ucrania #Paz», escribió el Santo Padre.
El tuit del Pontífice ha llevado a muchos a pensar que Mariúpol tiene ese nombre en honor, precisamente, de la Virgen María, pero no es así. El Papa, en su denuncia, tan solo advierte de que el nombre de la ciudad coincide con el de la Virgen María, pero no hace alusión al origen toponímico de la ciudad. Tampoco cabría en un tuit.
Quien sí da detalles sobre el curioso nombre de la ciudad es el propio ayuntamiento. En su página web se lee como la localidad fue fundada en 1778 con otro nombre: Pavlovsk. «El nombre Mariúpol se le dio a la ciudad el 29 de septiembre de 1779 por orden de Grigori Potemkin en honor a la esposa del gran duque Pavel Petrovich, Maria Feodorovna». Por lo tanto, Mariúpol, que significa «ciudad de María», debe su nombre a Maria Feodorovna y no a la Virgen.
En cualquier caso, sí que existe una vinculación del municipio con la madre de Jesús. En sus calles se encuentra la iglesia ortodoxa de la Santísima Trinidad y, en su interior, el icono de Nuestra Señora de Mariúpol, que tiene una extendida devoción por toda la zona.