Marco Augusto Dueñas, escultor. Arte para la eternidad - Alfa y Omega

Marco Augusto Dueñas, escultor. Arte para la eternidad

Minutos antes de recibir en audiencia al presidente de Líbano, Michael Suleiman, el 23 de febrero, el Papa bendijo una escultura de san Marón, Patrono y fundador de la Iglesia maronita. Su autor es un cordobés, Marco Augusto Dueñas; ultima cuatro relieves y dos esculturas para la catedral de la Almudena que podrán verse en la Jornada Mundial de la Juventud, de Madrid

Faustino Catalina
El Papa bendice la estatua de san Marón, en el exterior de la Basílica vaticana.

La escultura dedicada a san Marón, un ermitaño del año 410, mide 5,40 metros de altura y pesa 28.000 kilos. Ocupa una hornacina del exterior de la Basílica de San Pedro, en un lugar muy visible, el más cercano a la tumba del primer Pontífice. A pesar de que se había convocado un concurso internacional, en el que participaron destacados escultores libaneses, el encargo de la obra llegó directamente del Vaticano, que ya conocía una obra anterior del escultor cordobés. Era la escultura en mármol blanco de la Fundadora de las Esclavas del Sagrado Corazón de Jesús, la cordobesa Santa Rafaela María Porras, de las mismas características que la de san Marón, que fue bendecida por el Papa el 20 de enero de 2010.

¿En qué consiste el encargo para la catedral de la Almudena?
Estoy realizando cuatro relieves relacionados con la Patrona de Madrid, que estarán colocados, para finales de mayo o primeros de junio: San Isidro rezando a la Almudena, El Voto de la Villa, La coronación de la Virgen y Juan Pablo II rezando a la Almudena, que irán en la fachada principal, con un Pantocrátor, además de dos esculturas de san Miguel y san Gabriel, de cuatro metros cada una, que se colocarán en la parte superior de la fachada principal de la catedral.

Una escultura de san Miguel, para la catedral de la Almudena.

¿Cómo explica su especialización en trabajos de tema religioso?
Creo en lo que hago. El arte es el primer lenguaje que usamos las personas para expresarnos, y cuando trabajo en una escultura, trato de que las personas que se pongan delante de esa obra puedan entender lo que quiero decir y transmitir; que sean capaces de sentir, de rezar, de abrir una ventana a lo místico…Y parece que lo estoy consiguiendo, si hago caso a los encargos que he recibido últimamente. Por algo será.

¿Qué ha supuesto realizar, en tres años, dos obras para la basílica de San Pedro?
Es una satisfacción muy especial para mí, para una persona de provincias. Cuando el Papa bendijo la escultura de san Marón, me dijo que ésta le había estremecido especialmente, y que ya antes le había gustado mucho la de santa Rafaela. Y añadió: «Que sigas adelante y que el Señor bendiga tus manos». Lo que han comentado de mi obra es que he sabido conjugar lo moderno con lo clásico, que es lo que se buscaba para el exterior de San Pedro. Así, en santa Rafaela, la niña está vestida como hoy en día, con falda corta y deportivas, y se acerca hasta la santa a coger el trigo, que es la Eucaristía, con la educación cristiana. Esta obra es muy simbólica, al igual que la de san Marón, donde presento al santo ofreciendo en una mano a la Iglesia maronita, como si ésta no pesase, como si fuese una moneda, o un trozo de pan, mientras en la otra mano está el báculo que he realizado al estilo moderno, en acero inoxidable. Trato de expresar cómo esa Iglesia maronita se renueva, mientras san Marón tiene una mirada dulce, que mira al horizonte y al futuro que está por venir.

Un cordobés, en las canteras de Carrara

Marco Augusto Dueñas, que cumplirá los cuarenta años en mayo, estudió en la Escuela de Artes y Oficios de Córdoba, ciudad donde, a los 25 años, realizó un relieve de la Sagrada Familia para la sede central de Cajasur. Desde hace ocho años, alterna Córdoba con Pietrasanta, junto a las canteras de Carrara, donde trabajan escultores de fama mundial como Botero. Allí llegó para realizar medio centenar de obras sobre cordobeses ilustres —Córdoba esculpida—, que, por idas y venidas de la política, nunca llegaron a la capital andaluza. En tierras italianas ha continuado realizando obras como Santa Rafaela, San Marón, o el encargo actual para la Almudena. Atrás quedan otras muchas destacadas creaciones artísticas, como un busto de don Juan de Borbón, para el Palacio Real; 14 obras de mármol sobre Neptuno (Benalmádena, Málaga); un retablo de mármol del Juicio Final de 36 metros cuadrados para la iglesia de la Magdalena, de Córdoba; un grupo escultórico de Hércules (Sevilla); San Eloy (Parque Joyero, Córdoba), o una reproducción tamaño natural de La Piedad, de Miguel Ángel, para la iglesia del Seminario de Córdoba, además de diseño de joyas, restauración en madera y pasos para la Semana Santa.