Manos Unidas subraya que «la prosperidad compartida logra un futuro mejor» - Alfa y Omega

Manos Unidas subraya que «la prosperidad compartida logra un futuro mejor»

La ONGD afirma en su Campaña 2025 que Compartir es nuestra mayor riqueza. La experiencia de Maquita en Ecuador lo respalda, pero muchos españoles no se sienten comprometidos

María Martínez López
La maquinaria permite por ejemplo desecar fruta para venderla ya elaborada
La maquinaria permite por ejemplo desecar fruta para venderla ya elaborada. Foto: Fundación Maquita.

Cuando María Jesús Pérez Mateos, franciscana estigmatina, llegó al sur de Quito (Ecuador) hace más de 40 años, se encontró con unos barrios muy empobrecidos, con población llegada de zonas rurales donde «la exclusión también era tremenda. Era el inicio fuerte de las medidas neoliberales del Gobierno de León Febres Cordero» y de la devaluación de la moneda.

Frente a esta realidad, desde las comunidades católicas de base se puso en marcha en marzo de 1985 Maquita —«démonos las manos», en quechua—, con el apellido Comercializando como Hermanos. «Las familias que habían venido del campo se articularon con los que se habían quedado allí y creamos mercaditos de venta directa». Evitando intermediarios, «los campesinos y pescadores recibían más por su producto y las familias lo compraban a un mejor precio».

Pérez Mateos entrega su diploma a una miembro de Maquita
Pérez Mateos entrega su diploma a una miembro de Maquita. Foto cedida por María Jesús Pérez Mateos.

40 años después, la fundación Maquita trabaja con 248 pequeñas organizaciones de comercio justo en 20 de las 24 provincias de Ecuador; en total, más de un cuarto de millón de personas. Facilitan su labor, les ofrecen formación y medios —como semillas nativas mejoradas—, crean redes y las ayudan a llegar al mercado nacional e internacional.

En esta labor, cuentan con el apoyo de Manos Unidas para la primera inversión de cada nuevo emprendimiento: formación, infraestructura de agua y maquinaria no solo para el cultivo, sino también para transformar la materia prima y vender un producto ya elaborado, lo que supone crear empleo local y vender a mejor precio.

Después de ese impulso inicial, las organizaciones son rentables. «En algunos alimentos estratégicos como la quinoa, la panela, el cacao o la caña de azúcar se ha aumentado la producción un 15 % o un 20 %». En la sierra, «hasta se duplica».

«Buscamos realmente que esta prosperidad sea para todos», partiendo de un «compartir que este pueblo lleva en su cultura». Una riqueza que «no es para acumularla: los ingresos se distribuyen entre todos para reinvertirlos».

Sin avances
  • 1.200 millones de personas sufren pobreza multidimensional extrema, según la ONU.
  • 700 millones viven con menos de 2,15 dólares al día (ONU) y 733 millones pasan hambre (FAO).
  • Según un estudio de Credit Suisse, en 2023 el 1,5 % de la población mundial acumulaba casi el 50 % de la riqueza global, mientras que el 40 % más pobre del planeta apenas disponía del 0,5 % de bienes.

Como además entre sus prioridades está la inclusión y la formación en liderazgo de mujeres y jóvenes, algunos han llegado a puestos de gobierno local donde también implementan estos principios. Todo un punto de esperanza en la «difícil situación» que vive el país por «la inseguridad que generan las bandas narcodelictivas y la falta de atención al campo», que hace que «la gente esté migrando muchísimo».

No es de extrañar que, como representante de Maquita, Pérez Mateos sea uno de los rostros de la Campaña contra el Hambre 2025 de Manos Unidas, que se presenta este jueves con el lema Compartir es nuestra mayor riqueza y que el viernes vive uno de sus momentos fuertes, el Día del Ayuno Voluntario.

Cecilia Pilar Gracia, presidenta de la entidad, subraya que «vivimos en un mundo cada vez más próspero. Pero, paradójicamente, desde 2018 se han estancado o incluso han retrocedido muchos indicadores» de bienestar. Así, por ejemplo, la inseguridad alimentaria pasó de afectar al 21,5 % de la población mundial en 2015 al 28,8 % en 2019. Desde entonces, permanece estable. «Nuestro mundo se hace cada vez más desigual», algo que atribuye a que «tal cual está concebido, es insostenible y moralmente inaceptable».

«La mera presencia de los descartados parece incomodar hasta el punto de hacerlos invisibles».
Cecilia Pilar Gracia
Presidenta de Manos Unidas

Por eso, en la ONGD «creemos firmemente que la prosperidad compartida, esa que va mucho más allá del mero crecimiento económico y de la acumulación indefinida de bienes materiales, es la única manera de lograr un futuro mejor para todos».

En esta ocasión, para intentar llevar este mensaje de la manera más eficaz a la sociedad española, la ONGD ha querido tomar el pulso a lo que se piensa en nuestro país sobre estas cuestiones. Fruto de ello es el estudio Percepciones sobre la prosperidad, realizado con encuestas a un millar de personas.

Uno de los datos más relevantes del mismo es que si bien el 85 % cree que la verdadera riqueza se define por la prosperidad de la vida de todos y no solo por la acumulación de bienes económicos y el 83 % opina que compartir dicha prosperidad es clave para un mundo más justo, sin embargo, casi el 40 % de los encuestados afirma que no se siente personalmente comprometido con ese compartir.

Cobo: «Nuestro esfuerzo no pueden reducirse a algo puntual»

La Iglesia española celebra el próximo domingo, 9 de febrero, la Campaña contra el Hambre, iniciada por Manos Unidas hace más de 60 años. Con este motivo, el cardenal José Cobo, arzobispo de Madrid, ha escrito una carta en la que recuerda que el hambre «no es un problema nuevo», y precisamente por esto «es más grave, que en un mundo que se presenta como próspero y en el que la globalización es una realidad, sean más de 738 millones los que padecen hambre, fruto de la cultura del descarte y la globalización de la indiferencia».

El arzobispo de Madrid anima a participar en la campaña, que coloca, asegura, en el centro del año jubilar. En la Bula de convocatoria del Jubileo, el Papa Francisco contaba que el jubileo «nos recuerda que los bienes de la tierra no están destinados a unos poco privilegiados, sino a todos». Por eso, «es necesario que cuantos poseen riquezas sean generosos». Y este es precisamente el lema de la campaña de Manos Unidas de este año, Compartir es nuestra mayor riqueza.

«Una constante en nuestra vida»

«Este compartir tiene, como sabéis, muchas formas», señala el arzobispo de Madrid. La más inmediata sería la participación en la colecta de este domingo. Pero «nuestro esfuerzo y colaboración no pueden reducirse a algo puntual, sino que debe ser una constante en nuestra vida».

Una de las respuestas que Manos Unidas recuerda con ocasión de la campaña es el movimiento Economía de Francisco que busca, explica el cardenal Cobo en su carta, «un modelo económico más justo, inclusivo y sostenible en respuesta a los problemas globales de la desigualdad, la pobreza y el deterioro ambiental», en el que «los descartados estén en el centro de la realidad socio-económica».

«Os animo a vivir de tal manera que podamos construir un mundo más justo y más humano —invita al concluir su carta—, de modo que contribuyamos en este año jubilar a hacer posible que la esperanza llegue a todos».

B. Aragoneses