Madrid dispensa de la asistencia a Misa aunque mantiene los templos abiertos

El cardenal Osoro, arzobispo de Madrid, ha enviado una carta este viernes a los sacerdotes, religiosos y religiosas, fieles laicos y todos cuantos viven en Madrid, la ciudad más afectada por el coronavirus. «Todos estamos preocupados por la situación», asegura. En este contexto, el cardenal recuerda que «los cristianos tenemos una manera de leer la vida y la historia, que, ante esta visita inopinada de un virus, nos está pidiendo ayudarnos a descubrir nuestra fragilidad y sacar lo mejor de nosotros mismos». Por eso, invita «a adentrarnos en la confianza absoluta en Dios, fuente de salvación y de esperanza».

En espera de que las autoridades sanitarias puedan fijar nuevas pautas, el arzobispo de Madrid asegura que «nuestros templos permanecerán abiertos para que podamos entrar a orar y vivir en el silencio un diálogo abierto con el Señor». Conscientes de que el contacto «es el primer facilitador del virus, se anima a la gente a quedarse en casa el mayor tiempo posible y tenemos que extremar las precauciones». Y recalca: «Prevenir el contagio es una responsabilidad ciudadana y cristiana de primer orden en estos momentos. Cada persona y su comportamiento es el más importante factor de protección».

Ante esta situación, «tenemos el deber de limitar al máximo la actividad grupal en todos los ámbitos de la Iglesia diocesana. La prudencia y la creatividad nos indicarán, en cada caso, cómo no dejar de atender servicios básicos». Y pone como ejemplo la Delegación de Catequesis, que está preparando catequesis no presenciales.

Todos los fieles cristianos de la diócesis de Madrid «están dispensados de la asistencia a la celebración dominical. Podemos seguir la santa Misa por radio o televisión, así como por internet». El Arzobispado de Madrid está retransmitiendo por su canal de YouTube (www.youtube.com/archimadrid) la celebración de la Eucaristía diariamente, a las 19:00 horas desde la catedral de la Almudena. «La comunión espiritual es una práctica tradicional de la Iglesia que hemos de recuperar en estas dolorosas circunstancias, y puede ser ocasión de santificación y de comunión eclesial», asegura.

El cardenal Osoro pide, asimismo, que «aunque sea con un número muy limitado de fieles, incluso sin ellos, procuren los sacerdotes celebrar diariamente la Eucaristía, ofreciéndola especialmente por las personas fallecidas y enfermas, y poniendo como intención la superación de esta pandemia. En cualquier caso, la limitación de no ocupar más de un tercio del aforo de las parroquias, iglesias y oratorios es de obligado cumplimiento».

El personal sanitario también está presente en las peticiones del arzobispo. «En el rezo de la Liturgia de las Horas y en todas las Eucaristías se debe pedir para que el Señor ilumine y dé fuerza al personal sanitario, vele por los enfermos y a todos nos haga responder con responsabilidad y solidaridad a este nuevo desafío, ocasión de conversión».

En el caso de las confesiones, la carta sugiere que «se debe buscar un espacio amplio en los despachos y locales de la Iglesia», y aclara que «las medidas más concretas en cada caso, incluida la suspensión de la Eucaristía pública, podrán ser prudencialmente adoptadas por los vicarios episcopales en comunicación continua con el arzobispo y sus obispos auxiliares; a expensas también de nuevas indicaciones de las autoridades sanitarias».

El arzobispo de Madrid insiste «en que en esta situación adversa no podemos olvidar el deber de atención espiritual y material a los enfermos, a los ancianos, a los pobres, a los niños y a las personas vulnerables, que en nuestra tradición ha constituido siempre la máxima preocupación para la Iglesia».

«Vivamos esta Cuaresma en clave de cuarentena: es una oportunidad inesperada para la oración y la quietud, para encomendarnos a Dios, que es fuente de salvación y de esperanza», concluye.

Otras diócesis

Junto con la de Madrid, el resto de diócesis también está reaccionando a esta crisis de salud pública. Bilbao, Getafe, Vitoria, Oviedo, Zaragoza, Coria-Cáceres y todas las que integran la provincia eclesiástica de Toledo, entre otras.

Vitoria ha sido la que ha tomado la medida más drástica, pues ha suspendido hasta el 3 de abril todo el culto público, incluidas las misas. Solo se podrán celebrar funerales y solo con los familiares más allegados y manteniendo todas las medidas de seguridad.

En Getafe, los templos permanecerán abiertos para favorecer la oración, pero el obispado pide a los fieles «que permanezcan en sus hogares y eviten todo desplazamiento que no sea imprescindible». En este sentido, el obispo, Ginés García Beltrán, dispensa a los fieles del precepto dominical, especialmente a aquellos que están en situación de riesgo personal o en peligro de contagiar a otras personas más vulnerables, y se les invita a buscar tiempos para la meditación de la Palabra de Dios, de las lecturas de la Santa Misa, la comunión espiritual, el rezo del Santo Rosario, actos privados de devoción y seguimiento de la Santa Misa por televisión, radio e Internet.

Por su parte, todas las diócesis que integran la Provincia Eclesiástica de Toledo –Toledo, Albacete, Ciudad Real, Cuenca y Sigüenza-Guadalajara– han anunciado conjuntamente que suspenden las catequesis parroquiales, así como las actividades de los grupos, movimientos apostólicos y otras entidades eclesiales.

Si bien no ha suspendido las Eucaristías, sí recomienda a las personas mayores o pertenecientes a grupos de riesgo que eviten acudir a ellas y opten por seguirlas a través de otros medios como la radio o la televisión. En el caso del sacramento de la Penitencia, piden a los sacerdotes que atiendan el derecho de los fieles adoptando las debidas precauciones.

Tras realizar una llamada a la oración y a atender a los más necesitados, señalan que, conforme evolucione la situación y siguiendo las indicaciones de las autoridades, «se comunicarán las medidas oportunas ante la próxima Semana Santa».

En Oviedo, el arzobispo Jesús Sanz ha establecido normas muy parecidas a las que se han tomado en las diócesis castellano-manchegas. No suspenderá Misas pero pide que no se acuda masivamente a las mismas. «Cada fiel deberá ponderar la conveniencia de un modo o de otro, pero las personas de riesgo han de evitar absolutamente su participación presencial».

Las que sí se han cancelado son las Misas en las residencias de ancianos, que podrán tenerla si allí hay una comunidad religiosa, pero solo para ellas.

El obispo de Bilbao, Mario Iceta, ha emitido un decreto de urgencia con medidas de carácter preventivo, extraordinarias y temporales. Se posponen todas las actividades; seguirán celebrándose las Eucaristías, pero en templos grandes, y se abstendrán de asistir personas ancianas, enfermas, debilitadas o con riesgo potencial, y a quienes conviven con ellas o las cuidan.

En Barcelona, el arzobispado ha decidido mantener los espacios de culto abiertos, pero en ningún caso la presencia de fieles podrá superar el tercio del aforo total. Y aconseja a las personas enfermas, mayores, debilitadas o con riesgo, así como las que conviven con ellas y cuidadores, que se abstengan de acudir a las celebraciones y sigan la Misa a través de la televisión o radio.

C. S. / F. O.