Madrid celebra su Círculo de Silencio número 100 para exigir el fin de la discriminación hacia los migrantes
La madrileña Puerta del Sol acoge estas protestas el primer viernes de cada mes desde 2011
El viernes 5 de abril, a las 20:30 h., Madrid celebrará su Círculo de Silencio número 100. A través de estas iniciativas no violentas, los madrileños llevan ocho años protestando contra las duras condiciones que sufren las personas de origen migrante en España. «Apelamos a la conciencia de quienes hacen las leyes, de quienes las aplican y de aquellos en cuyo nombre son hechas», señalan desde A Desalambrar, el colectivo que organiza estos actos. También consideran que la Ley de extranjería, la limitación de la sanidad universal y el régimen de la Seguridad Social para las trabajadoras del hogar son discriminatorios con los inmigrantes.
En vez de recorrer las calle con un megáfono, los Círculos de Silencio ocupan cada primer viernes de mes la madrileña Puerta del Sol sin gritar consignas. «En una sociedad tan saturada lo que más grita es el silencio», opina Beatriz Pertejo, una de las organizadoras. Los asistentes a estas protestas usan el silencio como una metáfora de la situación que atraviesan los migrantes en España, a quienes «se les ha robado la voz». Personas que atraviesan situaciones tan precarias que, a menudo, ni siquiera pueden acudir al evento. «El servicio doméstico solo tiene el domingo libre y no va a venir a la Puerta del Sol un viernes por la tarde», se lamenta Pertejo.
El objetivo de los Círculos de Silencio no es influir en la política sino en el corazón de sus participantes. «Queremos invitar al diálogo y lanzar una reflexión. Pensar qué hago en el día a día para cambiar esta situación es otra forma de protestar», sostiene Pertejo, quien considera que estos actos pueden lograr un cambio «en la cultura de cada persona». Una transformación que considera fundamental para mejorar la situación de los inmigrantes, a quienes califican desde A Desalambrar como los esclavos del siglo XXI.
El primer Círculo de Silencio de Madrid se celebró el 7 de enero de 2011 a imitación de una experiencia similar que los franciscanos de Toulouse llevan realizando desde 2007. Sin embargo, a pesar de su inspiración católica, los organizadores de estas protestas rápidamente invitaron a participar a cualquier persona independientemente de sus convicciones religiosas. «Nos pareció́ que podíamos unirnos con otros colectivos y personas particulares para denunciar todas estas vulneraciones de derechos humanos y sumarnos así́ a una red de solidaridad nacional e internacional», señalan. Prueba de ello es el ritmo al que estas iniciativas se han replicado por el país, pues actualmente hay más de 20 Círculos de Silencio repartidos por todo el territorio nacional.