Macron duplica los fondos para los colegios cristianos de Oriente Medio
El presidente francés condecoró el lunes con la Legión de Honor a Pascal Gollnisch, director de L’Oeuvre d’Orient
El presidente francés, Emmanuel Macron, anunció el martes que se duplicará la financiación para la red de escuelas cristianas en los países de Oriente Medio. En un encuentro con asociaciones y grupos implicados en el apoyo a las comunidades cristianas de esta región, informó de que el fondo anual que el Gobierno y la organización L’Oeuvre d’Orient tienen para este fin aumentará su cuantía de dos a cuatro millones de euros.
En el mismo acto, también condecoró con la Legión de Honor a Pascal Gollnisch, director de L’Oeuvre d’Orient. «Apoyar a los cristianos de Oriente es un compromiso ancestral de Francia», afirmó en su discurso. Esta «misión histórica» responde «a la necesidad de no abandonar nunca la lucha por la cultura, la educación y el diálogo en esta sacudida región».
El presidente galo anunció asimismo que Francia renovará su contribución de 30 millones de euros a la Alianza Internacional para la Protección del Patrimonio Cultural en Zonas de Conflicto, informa Fides. Esta entidad se creó en 2017 en colaboración con los Emiratos Árabes Unidos.
Por su parte la presidenta del Louvre, Laurence des Cars, anunció además la apertura de un departamento del museo dedicado al arte de Bizancio y al cristianismo oriental. Esta nueva ala se abrirá a los visitantes en 2025 y contendrá unas 12.000 obras «entre las más notables del mundo».
Financiación para colegios en Irak
En enero de 2020, el Gobierno francés se unió a L’Oeuvre d’Orient para apoyar a las escuelas cristianas que enseñen a sus alumnos en francés, que son la mayoría. En 2021, financió a 174 centros: 129 en el Líbano, 16 en Egipto, 13 en Palestina, siete en Israel y tres en Jordania. Para este año, por primera vez se incluyó en el programa a cinco centros de Irak: tres en Bagdad y dos en la llanura de Nínive, con casi 1.500 alumnos.
Los fondos para Irak «no se quitarán a otros países», aseguró a Alfa y Omega en septiembre Vincent Cayol, director de operaciones de la entidad. El significativo aumento de los fondos asignados por el Gobierno anunciado el lunes lo hará posible. Cayol también explicaba que este compromiso con centros confesionales por parte de un país que hace del laicismo bandera se debe a que «las escuelas cristianas practican la diversidad religiosa, social», étnica y de sexos, algo que contribuye a la «esencial» tarea de «animar a las comunidades a que aprendan a vivir juntas».
Campaña electoral
Varios observadores y comentaristas franceses relacionan este gesto con las elecciones presidenciales de abril. En la precampaña no están faltando políticos que aludan a esta realidad. Según recoge por ejemplo Le Figaro, Valérie Pécresse, candidata del partido de centroderecha Los Republicanos, ha viajado a Armenia, donde ha declarado que «la cuestión de los cristianos orientales está en el centro de mi compromiso».
Por su parte, el presidente interino de Agrupación Nacional (antes Frente Nacional) ha afirmado que «no me gustaría que corriésemos la misma suerte que los cristianos de Oriente». Y Eric Zemmour, sorpresa de la extrema derecha con su partido Reconquista, ha insistido en la necesidad de defender la civilización occidental subrayando que el mundo cristiano no debía «nunca negarse a hacer (la guerra) cuando es atacado».
¿Una leyenda dañina?
«Los lazos entre Francia y muchas comunidades cristianas de Oriente Medio», ha escrito al respecto Isabelle de Gaulmyn en La Croix, «son antiguos, han resistido las alternancias izquierda-derecha, hasta Emmanuel Macron, pasando por Nicolas Sarkozy o François Hollande».
La apuesta de Macron por los centros cristianos siguió al informe que encargó en 2019 a Charles Personnaz sobre La acción de Francia en la protección del patrimonio de Oriente Medio y el apoyo a la red educativa de las comunidades cristianas de la región. Más recientemente, durante un viaje a Irak organizado a fines de agosto de 2021, Emmanuel Macron reafirmó el compromiso de Francia con la reconstrucción de Irak en general, y con sus cristianos en particular.
Sin embargo, no todos aplaudieron sus palabras. El cardenal Luis Rafael Sako, patriarca caldeo, se mostró escéptico con ellas. En declaraciones a Fides, adujo que «la historia de Occidente que defiende a los cristianos en otras partes del mundo es una leyenda que ha hecho mucho daño». Por otro lado, continuaba De Gaulmyn en La Croix, «es totalmente indecente utilizar» a los cristianos de Oriente «como arma electoral y tomarlos como rehenes para fines internos, a veces xenófobos».