Macron al arzobispo mayor de Kiev: «Seguimos apoyando a Ucrania»
El primado grecocatólico ucraniano, Sviatoslav Shevchuk, se reunió con el presidente galo durante una visita a Francia y le pidió ayuda para paliar la difícil situación de los colegios
El presidente francés, Emmanuel Macron, aseguró esta semana al primado de la Iglesia grecocatólica ucraniana que «seguimos apoyando a Ucrania» para que recupere su integridad territorial. En este sentido, afirmó también que la Unión Europea debe prepararse para apoyar a Ucrania de forma autónoma. Posiblemente aludía a la posibilidad de que Donald Trump gane las elecciones del próximo martes en Estados Unidos y retire o reduzca el apoyo de este país.
Macron hizo estas afirmaciones durante el encuentro de 45 minutos que mantuvo el pasado lunes con Sviatoslav Shevchuk, arzobispo mayor de Kiev. Shevchuk está de visita en Francia para participar en la Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal Francesa. El líder grecocatólico agradeció al mandatario el apoyo de su país, tanto en el ámbito bélico y diplomático como humanitario.
El secretario para las Relaciones con los Estados y las Organizaciones Internacionales del Vaticano, el arzobispo Paul R. Gallagher, ha viajado a Montreal (Canadá) para participar en la Conferencia Ministerial sobre la Dimensión Humana de la Fórmula de Paz de Ucrania.
Según ha informado la Secretaría de Estado del Vaticano, en un mensaje en la red social X, Gallagher participará este miércoles y jueves en este encuentro coorganizado por Canadá, Noruega y Ucrania, que contará, además, con la participación de representantes de cerca de 70 países con el objetivo de alcanzar una visión común en el seguimiento de la Cumbre de Paz para Ucrania celebrada en Suiza el pasado mes de junio.
Respecto al primero, el arzobispo mayor aseguró que el pueblo ucraniano no se rendirá y compartió su certeza de que Ucrania ganará la guerra. Preguntado por Macron qué le hace pensar esto, respondió que lo cree debido a «la fe y la creencia en que hay valores sin los cuales la vida no tiene sentido». Recordó en este sentido la supervivencia de la Iglesia grecocatólica ucraniana tanto en la diáspora durante la era soviética. «Soy testigo de la esperanza ucraniana», resaltó. Con todo, el mandatario galo se interesó también por cómo se podría fortalecer la moral del pueblo y reiteró su compromiso con el regreso a casa de los niños ucranianos deportados por Moscú.
Militarización de la Iglesia
En cuanto al ámbito humanitario, Shevchuk subrayó que «gracias a la ayuda internacional y a la ayuda de Francia, en Ucrania nadie ha muerto de frío ni de hambre». En este sentido, compartió con el presidente su preocupación por los niños y le pidió prestar atención a la realidad de los colegios e institutos. «Hoy, según las estadísticas oficiales, 250.000 niños ucranianos son analfabetos» por no haber podido se escolarizados.
En la conversación se abordó también la situación de los refugiados ucranianos en Francia. Son 120.000, el 80 % de ellos mujeres —la mayoría con estudios universitarios— y niños. Shevchuk apuntó que él siempre les dice a los ucranianos en el extranjero que se integren en las culturas a las que llegan.
El primado ucraniano también denunció ante el presidente que «hoy Rusia utiliza a la Iglesia como arma», en alusión al apoyo a la invasión por parte de la Iglesia ortodoxa rusa. Volvió sobre este tema al día siguiente, martes, durante una rueda de prensa en la que criticó esta militarización de la religión. Recordó que la ideología del «mundo ruso», que justifica el control desde Moscú de todos los territorios con una historia compartida, nació en el seno del Patriarcado de Moscú.
Apoyo del Papa
Por ello, mostró su apoyo a la Ley 8371, aprobada el pasado agosto por el Parlamento ucraniano y que prevé la disolución de todas las organizaciones religiosas cuya centro de control se encuentre en el extranjero. Esta ley está diseñada específicamente pensando en la Iglesia ortodoxa ucraniana, a pesar de que esta declaró en mayo de 2022 su independencia respecto a Moscú.
Aunque la nueva ley ha sido criticada tanto por el Consejo Mundial de las Iglesias como por el mismo Papa Francisco, Shevchuk aseguró que bajo la nueva norma «todas las religiones son iguales ante la ley y tienen igual dignidad». Sin embargo, defendió que «si una religión se vuelve peligrosa para la seguridad nacional, el Estado debe mantener la seguridad».
La Iglesia grecocatolica ucraniana está llamada a ser «signo y mensaje de esperanza» y consuelo «para quienes sufren pruebas indescriptibles y buscan desesperadamente solidaridad y apoyo». Su fuerza para ello reside «en la fe inquebrantable en que, al final, a pesar de todas las pruebas y tribulaciones, el bien triunfará sobre el mal, la verdad prevalecerá sobre la mentira».
El arzobispo mayor de Kiev, Sviatoslav Shevchuk, dedicó a los aspectos más espirituales de la realidad ucraniana su discurso del martes en el Colegio de los Bernardinos de París. En él, resaltó también que «hoy, Ucrania está pagando el precio más alto por la libertad, la verdad y la justicia y está demostrando su compromiso moral con un futuro social, político y económico democrático y respetuoso de la ley».
Sin embargo, y a pesar de la incomprensión que algunas palabras del Papa Francisco han suscitado entre los ucranianos en el pasado, el arzobispo mayor aseveró que no se puede decir en absoluto que al Papa Francisco no le importe la situación en Ucrania. «Hay neutralidad diplomática y neutralidad moral», aclaró. «El Papa Francisco, la Santa Sede, están llamados y mantienen la neutralidad diplomática. No pueden apoyar a un estado u otro. No pueden adoptar posiciones políticas sobre la guerra misma».
Pero no hay neutralidad moral: «Debo señalar que en el último mes el Papa Francisco se reunió con el presidente ucraniano Volodímir Zelensky e hizo uno de los más fuertes llamamientos a la paz en Ucrania en uno de los últimos ángelus».