Lux Mundi. Pistoletazo de salida para la misión
7.000 personas visitaron la I Feria Diocesana de Orihuela-Alicante, primer gran evento de su Proyecto Diocesano de Evangelización
«El Señor nos ha bendecido a lo grande». El vicario de Evangelización de la diócesis de Orihuela-Alicante, Miguel Ángel Cerezo, resume con esta frase lo que ha supuesto Lux Mundi, la I Feria Diocesana, celebrada el pasado fin de semana en el recinto ferial de Elche. Un «momento de gracia» que congregó a 7.000 personas —contando solo las inscritas por internet— y que ha supuesto un escaparate de todas las realidades de la Iglesia diocesana. La gente fue buscando «lo que ha encontrado». En primer lugar, detalla el vicario, comunión. Nunca se había celebrado una feria para dar a conocer «lo que está dando vida a la diócesis». Para ello, se había instalado «una zona de estands bárbara» en la que se concitaron 70 movimientos y realidades eclesiales. «Este fue un momento de romper barreras, porque a veces nos miramos unos a otros poniendo etiquetas». Pero «el Espíritu Santo suscita carismas para el bien de la Iglesia y nosotros tenemos que acogerlos». De ahí que la feria fuera un momento de «reconocerlos y potenciarlos».
La segunda sensación con la que se queda el sacerdote es la de «la alegría, el deseo de estar, de compartir», que se vivió en Elche. Como «no podemos esconder nuestro tesoro, Jesucristo», la feria contó con una Capilla de la Reconciliación, un espacio de adoración permanente que estuvo abierto todos los días y que presidió la imagen peregrina de la Santa Faz de Alicante. También se recibió la talla de Nuestro Padre Jesús de Orihuela y la Virgen de la Asunción de Elche, acompañada de los estandartes de las patronas de los diferentes pueblos de la diócesis. Igualmente hubo un encuentro ecuménico con motivo de la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos y momentos para la oración, como la vigilia del sábado 20 por la tarde, que culminó con la exposición del Santísimo. Y no faltó la música: Esténez —antes Grilex— y Hakuna llenaron el recinto.
Caminos de sentido
Lux Mundi se completó con talleres y ponencias impartidos, entre otros, por Bieito Rubido, director de El Debate, o Juan Manuel Cotelo, director de cine, quien explicó qué significa «hacer lío», que no es otra cosa que «la vocación que tenemos todos los bautizados» de «ir al mundo entero y anunciar las buenas noticias». «Dedicamos mucho tiempo a propagar las malas», de modo que «esto es un esfuerzo por equilibrar la balanza». El maestro y dibujante Fano (Francisco Javier Velasco), por su parte, recordó «que lo importante es atender a la gente que sufre y lo pasa mal. Y el que no conoce a Jesús sufre». De ahí que el primer anuncio sea «dar a las personas un ancla y un lugar donde serenarse y estar feliz». El «verdadero camino para tener vida y para que la vida tenga sentido es Jesús». Por eso, «los que hemos recibido la luz tenemos que ser un faro para los que todavía no conocen a Jesús». El vicario para la Evangelización de la diócesis de Getafe, Jesús Úbeda, también asistente a la feria, reconoció bromeando que este formato de feria para un encuentro diocesano «me da mucha envidia sana, así de claro». Reivindicó además el componente de anuncio kerigmático de la catequesis. Por su parte Marta Romo, experta en neurociencia, explicó en su ponencia «el milagro que somos» y la importancia del autocuidado. «Es importante cuidarnos para poder salir al mundo, donarnos y estar al servicio».
El obispo de la diócesis, José Ignacio Munilla, valoró «la respuesta a la feria, que nos ha sorprendido; a veces no es el pastor el que tira de las ovejas, sino las ovejas las que tiran del pastor». Como subrayó en la Eucaristía de cierre de la feria, «ha sido un estímulo para el obispo y para toda la Iglesia diocesana». Pero Lux Mundi no es el punto final, sino «el punto de partida». Como explica Cerezo, es el «pistoletazo de salida» del Proyecto Diocesano de Evangelización 2023-2029, el plan estratégico diseñado por la diócesis para responder a los desafíos actuales en la misión. Se trata de una iniciativa que ha comenzado en el presente curso con el lema ¡Es la hora! Nace con el objetivo de la renovación misionera de las comunidades.
La idea es, como afirma a Alfa y Omega el vicario, dar una respuesta desde la Iglesia a este momento de cambio. «El Espíritu Santo está haciendo mucho y no podemos ponerle cortapisas». Frente al inmovilismo del «siempre se ha hecho así», hay que avanzar. «El que se equivoca es el que no hace nada»; el que hace algo, continúa, tiene dos opciones: ganar o aprender si no sale bien. La feria ha sido así una forma de ver dónde está la Iglesia en la diócesis de Orihuela-Alicante y de dónde parte de cara a este proyecto misionero. A partir de aquí, el primer paso es generar equipos de evangelización para «bajar a la tierra la idea». El plan, asimismo, nace con unas prioridades pastorales enfocadas hacia las familias, los adolescentes y los jóvenes, los mayores, la educación y la escuela católica, y la dimensión vocacional, presente de forma transversal en todo el PDE. El proyecto se ha diseñado en tres recorridos bianuales.
Bienio 2023-2025. Anuncio y acogida. Tiene el objetivo de incorporar, impulsar y acompañar acciones de primer anuncio en las comunidades. También de integrar estructuras y potenciar actitudes de acogida que posibiliten la apertura misionera y evangelizadora.
Bienio 2025-2027. Acompañamiento y transmisión de la fe. Buscará formar a los agentes para que se inicien en la vida cristiana, fortalezcan y disciernan su fe y se introduzcan en la comunidad. Asimismo, se iniciarán, renovarán o consolidarán las catequesis.
Bienio 2027-2029. Vida pública y acción caritativa y social. Su meta será promover la vocación laical, su participación y compromiso en la vida pública. Asimismo, fortalecer, desarrollar y coordinar las acciones sociocaritativas: Cáritas, pastoral penitenciaria, migraciones o los COF.