Los teólogos vaticanos quieren llegar a todos - Alfa y Omega

Los teólogos vaticanos quieren llegar a todos

La Pontificia Academia para la Teología renueva sus estatutos para dialogar entre iguales con otras ciencias, llegar a las personas alejadas de la fe y revertir las ideas erróneas sobre Dios

Rodrigo Moreno Quicios
Los cenáculos teológicos son espacios de interlocución en todos los ambientes del saber
Los cenáculos teológicos son espacios de interlocución en todos los ambientes del saber. Foto: Pontificia Academia de Teología.

«La teología y la Iglesia no deben estar encerradas en los torreones de sus instituciones, sino hablar el mismo idioma para todos», cuenta a Alfa y Omega Antonio Staglianò. Es obispo emérito de la diócesis siciliana de Noto y presidente de la Pontificia Academia de Teología (PATH), un ente vaticano que marca las líneas guía para todas las facultades de esta disciplina en el mundo y que actualizó sus estatutos el 1 de noviembre a través de un motu proprio con la firma del Papa.

Según Staglianò, el objetivo principal de los nuevos estatutos que Francisco aprobó en la carta apostólica Ad theologiam promovendam (Para promover la teología) es abrir la PATH al diálogo con otras ciencias y atraer a las personas más sencillas a esta disciplina con fama de inaccesible. «Si el Evangelio está destinado a todos, no solo a los nuestros sino también a los que no creen, ¿seremos capaces de usar un nuevo lenguaje para hablar de la revelación de Dios a todos?», se pregunta el presidente de la academia. En su opinión, sin caer en frivolidades, es urgente llegar «a los jóvenes, la primera generación de incrédulos, que jamás han pisado una iglesia pero sí van a los estadios a escuchar a su cantante favorito». Cree posible contagiar al mundo de la experiencia de Dios si se ofrece «una teología en salida, misionera y solidaria». «El Papa Francisco utiliza las metáforas de la Iglesia con olor a oveja y el hospital de campaña, son imágenes eclesiológicas que han aclarado al mundo su visión de Iglesia popular», recalca.

Tiempos de afasia teológica

«La crisis de la transmisión de la fe viene de la afasia teológica», diagnostica Staglianò. Esta palabra, afasia, viene del griego y hace referencia a un trastorno que impide la comprensión del lenguaje. Para revivir el entendimiento de su campo de estudio, la Pontificia Academia de Teología plantea en sus estatutos el uso de los cenáculos teológicos, unas estructuras que ya llevan algunos años en marcha desde la institución. «Son espacios de interlocución en todos los ambientes del saber y operativos en el ámbito de la cultura», explica Antonio Staglianò.

Con ello buscan la transdisciplinariedad, reivindicar el peso de su ciencia y hablar como iguales con otros estudiosos, aunque no tengan convicciones religiosas. «Constituiremos consejos de estudio donde reuniremos a personas competentes en todos los campos: científicos, médicos, jueces o comunicadores». Y no trabajarán solo con la alta cultura, pues prometen también «crear espacios formativos de gran relieve en las parroquias, porque es necesario hoy transmitir la fe a un pueblo que a veces no está lo suficientemente educado». Antonio Staglianò, que define la teología como «la forma crítica del saber sobre la fe», considera que mucha gente está alejada de la Iglesia porque «le han transmitido una falsa imagen de Dios». «A veces olvidamos que Dios es amor en todo momento, modalidad y tiempo y este amor a veces no es tan visible», considera. Lamenta que algunas personas hayan sufrido un uso instrumental de la fe en el que «si tú eres pecador, Dios te golpea y castiga, te manda el dolor, la tragedia a tu familia y se venga».

Antonio Staglianò es uno de los teólogos de confianza de Francisco. Foto: Pontificia Academia de Teología.

El presidente de la Pontificia Academia de Teología es absolutamente tajante: «Dios jamás se vengará porque es omnipotente en el amor. Esta es la mayor lección que recibimos de Jesús crucificado y, sin embargo, no la conoce la mayor parte del pueblo católico». Un hecho completamente diferencial que, según su criterio, «distingue el cristianismo de todas las demás religiones». El prelado siciliano adelanta que el ente que preside propondrá «una reflexión crítica sobre estas imágenes falsas de Dios» y hará todo lo posible por darles la vuelta. «El pueblo católico tiene predicaciones preciosas, debemos amarnos los unos a los otros y hacer el bien», señala. Una actitud que implica mirarse a uno mismo para quitarse lo que no viene de Dios. «Si la cizaña no se identifica, se corre el riesgo de que el grano bueno no emerja, y este es un modo falso de vivir la religión cristiana», denuncia.

Finalmente Staglianò subraya que los esfuerzos de Francisco por retomar una teología popular «no constituyen una ruptura como dicen algunos; está en profunda continuidad con Benedicto XVI y Lumen fidei», una encíclica inacabada del Pontífice alemán que Francisco completó. Y concluye recordando que «una fe de oración sin caridad es una oración muerta y necesitamos reencontrarnos con la tradición de sabiduría a la que el Papa llama en su carta apostólica».

Claves
  • «Para promover la teología no basta con repetir fórmulas y esquemas del pasado», dice el Papa Francisco en su carta apostólica Ad theologiam promovendam.
  • La Pontificia Academia de Teología se instituyó en 1718 y ha modificado en numerosas ocasiones sus estatutos para adecuarse a diferentes misiones.
  • Antonio Staglianò quiere superar con los cenáculos teológicos las «falsas imágenes de Dios» que alejan a mucha gente de la Iglesia, especialmente a los jóvenes.