Los secuestradores piden tres millones de dólares por las monjas de Haití
El obispo local se ha ofrecido como rehén a cambio de las religiosas: «Por favor, tómenme en su lugar. Estoy dispuesto»
Los secuestradores de las seis religiosas capturadas, junto a otras dos personas, en pleno centro de la capital de Haití han exigido el pago de tres millones de dólares a modo de rescate. La cifra no ha sido confirmada oficialmente, pero se ha difundido en medios de información locales y ha sido recogida por la agencia EFE.
La supuesta petición de rescate se ha producido después de que el Papa se pronunciara sobre el caso. Durante el rezo del ángelus, el pasado domingo, Francisco expresó su «dolor» por el rapto y pidió «vivamente su liberación». También «rezo por la concordia social en el país e invito a todos a que cese la violencia que provoca tanto sufrimiento a esa querida población».
Por su parte, el obispo local se ha ofrecido como moneda de cambio para que las religiosas y las otras dos personas puedan ser liberadas. «Por favor, tómenme en su lugar. Estoy dispuesto», ha expresado Pierre-André Dumas, a través de Vatican News.
Las ocho personas, de las que no han sido revelados detalles —sí se sabe que las hermanas pertenecen a la Congregación de las Hermanas de Sainte-Ann—, fueron secuestradas el pasado viernes cuando se dirigían en autobús a un centro educativo en Puerto Príncipe, según la Conferencia Haitiana de Religiosos (CHR).
«Estos secuestros son uno más y llenan de tristeza y espanto a las personas consagradas y de buena voluntad de Haití», ha lamentado la CRH en un comunicado en el que ha invitado a todos los cristianos del país a «formar una cadena de oración» en «este momento doloroso».
También la Oficina de Protección del Ciudadano (OPC) ha condenado en una nota estos hechos, que ha considerado una incitación a la profanación generalizada. En este contexto, ha pedido a las autoridades hacer todo lo posible para liberar a los rehenes, pues «es responsabilidad del Estado garantizar la vida, los bienes y a los ciudadanos sin distinción».
La congregación religiosa lleva en el país desde septiembre de 1944. Las primeras Hermanas de Sainte-Anne, procedentes de la diócesis de Montreal, recalaron en la diócesis de Les Cayes, en el sur de Haití, y, desde entonces, llevan a cabo trabajos vocacionales, parroquiales, educativos, sociales, de alfabetización y sanitarios, entre otros.