Los responsables económicos de la CEE recuerdan que «la Iglesia se debe a la sociedad»

«Estamos intentando dar herramientas para que la economía se ponga al servicio de la pastoral y del anuncio de la fe», ha declarado este martes el vicesecretario de Asuntos Económicos de la Conferencia Episcopal Española, Fernando Giménez Barriocanal, en un encuentro con la prensa en el que ha estado presente Alfa y Omega. Durante un breve descanso en las Jornadas sobre Economía, Sostenimiento y Transparencia que organiza la CEE, en las que «durante tres días estamos trabajando cerca de 200 personas», ha subrayado cómo «estamos estableciendo nuevos sistemas de rendición de cuentas para todas las entidades de la Iglesia».

Según Giménez Barriocanal, «uno de los principales retos» que tiene la Iglesia es «hacer las cosas bien, con criterio y rigor». «Tenemos que trabajar en la captación de recursos, en la comunicación de qué se hace con esos recursos y en la buena gestión administrativa de los mismos», apunta.

Para lograrlo, «todos los años estamos presentando la memoria económica y de actividades de la Iglesia», donde se hacen públicas las cuentas de las 23.000 parroquias que hay en las 70 diócesis de España. «Se hace un gran esfuerzo y se verifica toda esta información», reivindica.

El vicesecretario de Asuntos Económicos de la Conferencia Episcopal Española reconoce que algunos años «hace falta más dinero y se produce un endeudamiento». Pero, aunque no pierde de vista este fenómeno, matiza que «no es una gran preocupación porque lo importante es la pastoral». Con todo, considera fundamental «tener bien gestionados los recursos y saber que hay momentos de gastar más y otros de ahorrar, como en cualquier familia».

Preguntado sobre los riesgos de que las comunidades religiosas malvendan las obras de arte que haya en sus conventos y monasterios, Giménez Barriocanal ha adelantado que «vamos a realizar dos talleres de gestión financiera de los recursos de la Iglesia y el patrimonio inmueble». Ha reconocido asimismo que «hay una disminución en el número de religiosos y eso requiere un replanteamiento de las estructuras y recursos económicos». Y ha advertido de que, como «la Iglesia acumula muchos recursos y está llena de gente de buena voluntad», es imprescindible compaginar esta actitud positiva con «competencia, rigor y controles».

Una llamada «a las personas de buena voluntad»

José María Albalad, director del Secretariado para el Sostenimiento de la Iglesia, ha celebrado que «año tras año, cada vez más españoles marcan la casilla de la Iglesia en su declaración de la renta». «Hablamos en el último periodo de cerca de nueve millones de personas que han marcado esa casilla 105», ha recordado. Pero ha matizado que «aún hay muchos contribuyentes que no la marcan».

El también delegado de Economía de la archidiócesis de Madrid ha opinado que Un viaje Por Tantos, la iniciativa de la CEE para dar a conocer con un autobús la labor social de la Iglesia a gente que no la apoyaba económicamente, «ha sido una experiencia muy positiva». De cara a la declaración de la renta del año pasado, que se hace estos días, «esperamos que los contribuyentes respondan», si bien «todavía no tenemos datos» de cómo se han comportado.

Ha aprovechado la presencia de los medios para «hacer una invitación a todos los fieles católicos, pero también a las personas de buena voluntad que confían y valoran la labor de la Iglesia». Les ha pedido que «marquen la casilla 105 que ayuda a sostener a la Iglesia católica en todas sus necesidades sociales, espirituales y para servir a la sociedad más y mejor».

«Cada año intentamos avanzar»

Ester Martín, directora de la Oficina de Transparencia de la CEE ha sostenido que «la Iglesia se debe a la sociedad» y que «cada año vamos intentando avanzar un poquito» para mejorar esta entrega. Por ejemplo, en este 2024 «hemos planteado unos ítems de revisión de todos los sistemas de transparencia de las diócesis».

Martín ha presumido de que «el 100 % de las diócesis españolas tiene ya su propio portal de transparencia». Con un «esquema común, que es una obligación legal, la Ley de Transparencia». Finalmente ha revelado que la CEE se va a poner en manos de «una entidad externa que va a hacer ese trabajo de evaluar si los indicadores están planeados adecuadamente».