Los obispos piden evangelizar «con lenguajes adecuados» al mundo de hoy

«La solemnidad de Pentecostés nos invita a todos los bautizados, especialmente a los laicos, a tomar conciencia de la importancia del anuncio explícito de Jesucristo, con palabras y con obras», han afirmado en un mensaje esta semana los obispos de la Comisión para los Laicos, Familia y Vida, que preside Carlos Escribano, arzobispo de Zaragoza.

Coincidiendo con el que es también el Día de la Acción Católica y del Apostolado Seglar, los prelados reflexionan sobre la necesidad del primer anuncio, uno de los cuatro itinerarios que se formalizaron tras el Congreso de Laicos celebrado a mediados de febrero de 2020, y que consideran «una prioridad pastoral para nuestra Iglesia en España».

«La mayoría de las personas viven como si Dios no existiera», constatan los obispos, por lo que «como Iglesia no podemos seguir con los esquemas pastorales de siempre, ni está justificado caer en la tentación de realizar una pastoral de gestión de la decadencia o de mantenimiento». Es preciso, pues, una conversión pastoral «que pasa por situar el primer anuncio como núcleo» de la labor de la Iglesia.

Por ello, en un contexto actual «caracterizado en muchos casos por el desconocimiento y la indiferencia hacia la persona de Jesús», invitan a «hacernos presentes, a nivel personal y comunitario, en los espacios públicos para anunciar el kerigma con lenguajes adecuados al interlocutor, y especialmente con nuestro testimonio».

Se trata de un deber no reservado exclusivamente a los sacerdotes, sino que «le corresponde a todo el pueblo de Dios: pastores, vida consagrada y laicos», superando el clericalismo «que nos afecta tanto a los clérigos como a los laicos».

Los obispos mencionan en este sentido realidades que ya están llevando a cabo esta tarea, como Cursillos de Cristiandad, los retiros de Emaús y de Effetà, los cursos Alpha, Hakuna o Acción Católica.

En esta línea, los obispos proponen «seguir anunciando a Jesucristo con el objetivo de provocar también el encuentro de la otra persona con el Señor para que transforme su vida». Y piden hacerlo «con lenguajes adecuados a aquellos con los que se dialoga», citando especialmente «la nueva cultura digital en la que nos movemos».

«Tenemos que ser capaces de tocar el corazón y la mente de los que nos escuchan», dicen los prelados en su mensaje, para lo cual «hay una palabra clave, que es el testimonio, el encuentro personal con el Señor que nos convierte en testigos de su Evangelio».

«Estamos llamados a anunciar lo que vivimos o, mejor dicho, al que es la vida, Jesucristo —concluyen los obispos—, en medio de las situaciones de muerte, de tristeza y de falta de esperanza que hay a nuestro alrededor».