Los obispos felicitan a Metsola y le piden promover políticas centradas en la persona y la familia

El pleno del Parlamento Europeo ha elegido este martes, 18 de enero, a la conservadora maltesa Roberta Metsola como nueva presidenta de la institución para los dos años y medio que restan de legislatura. Ha ganado la primera vuelta de la votación celebrada en Estrasburgo (Francia) y se ha impuesto así a otras dos mujeres, la candidata de la Izquierda Europea, la española de IU Sira Rego, y la exministra sueca Alice Bah Kuhnke, candidata del Partido Verde Europeo.

Metsola, que este mismo martes cumple 43 años y que ha actuado como presidenta en funciones tras el repentino fallecimiento del presidente David Sassoli el 11 de enero, se convierte así en la primera mujer en 20 años que es nombrada presidenta del Parlamento Europeo –solo lo consiguieron antes las francesas Simone Veil y Nicole Fontaine– y también en la persona más joven en ocupar el cargo.

«Lo primero que quiero hacer es recordar el legado del presidente David Sassoli: fue un luchador; luchó por Europa y por nosotros, por este Parlamento […]. Le honraré defendiendo a Europa, nuestros valores comunes de democracia, dignidad, justicia, solidaridad, igualdad, Estado de derecho y derechos fundamentales», ha dicho Metsola nada más ser elegida.

Saludo de los obispos europeos

El nombramiento de Metsola, que es antigua alumna de los jesuitas, ha sido valorado con optimismo por los obispos europeos, quienes han felicitado a la nueva presidenta. «Me gustaría expresar mis más sinceras felicitaciones a Roberta Metsola por su elección como presidenta del Parlamento Europeo», ha asegurado el presidente de la Comisión de las Conferencias Episcopales de la Unión Europea (COMECE), Jean-Claude Hollerich,.

En el breve comunicado, el también arzobispo de Luxemburgo reconoce que la nueva presidenta «es una persona brillante que sin duda podrá cumplir de manera excelente con este importante rol institucional» y rememora su trabajo conjunto en el pasado. «Esperamos continuar esta colaboración por el bien común, acercando las instituciones públicas a los ciudadanos europeos, haciendo a los jóvenes protagonistas de la política europea y promoviendo políticas centradas en la persona humana, la familia y la comunidad», asevera.