Los obispos de Colombia piden «respuestas efectivas» ante la guerra entre guerrillas
La Asamblea Plenaria de la conferencia episcopal señala su preocupación por la huida de personas del Catatumbo hacia Venezuela. La Iglesia también se ha implicado en una caravana humanitaria
Ante la situación de violencia que vive el noreste de Colombia, los obispos del país han pedido «respuestas efectivas». En un comunicado hecho público el pasado miércoles durante su Asamblea Plenaria, la conferencia episcopal exhorta al Gobierno y a todas las instituciones del Estado a «trabajar de manera articulada focalizándose en el bien de la nación para alcanzar el país unido y en paz que todos anhelamos».
«Nos interpela el clamor y el sufrimiento de las personas y las comunidades, que están siendo gravemente afectadas» por «la situación del Catatumbo y de otras regiones del país», se lee en la nota. Los enfrentamientos entre guerrilleros del Ejército de Liberación Nacional (ELN) y del Frente 33 de disidencias de las FARC han dejado desde el 16 de enero al menos 52 muertos y 50.000 desplazados, según un balance que el departamento de Norte de Santander publicó el 3 de febrero.
En los días previos, representantes de la Iglesia se habían sumado a una caravana humanitaria convocada por organizaciones sociales. Acompañadas de senadores como Iván Cepeda y Sandra Ramírez, partieron el lunes desde Ocaña y tras un recorrido de casi un día llegaron a uno de los centros neurálgicos del conflicto, el municipio de El Tarra.
Refugiados en Venezuela
En particular, los obispos ponen el foco en las necesidades de «los migrantes, desplazados, confinados y retornados a causa del recrudecimiento de la violencia en estas regiones». Se refieren, por ejemplo, al hecho de que cientos de colombianos hayan cruzado a Venezuela desde varios puntos de Norte de Santander. Según la Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA), son alrededor de 1.000.
Los obispos piden además «que ninguna coyuntura nos distraiga de los problemas más profundos, urgentes y dolorosos que agobian a la nación». Estos son «el tema humanitario y social» al que se refiere el comunicado.
La conferencia episcopal concluye animando a los fieles a que «hoy más que nunca no nos dejemos robar la esperanza». Para ello, invitan a fortalecer «los esfuerzos e iniciativas que se están gestando en las comunidades».