El Pontífice urge a la paz y la negociación en Sudán y Colombia
También ha recordado el Día de la Memoria de las Víctimas del Holocausto, que se celebra este lunes, y ha pedido «eliminar la plaga del antisemitismo ante aquellas fuerzas de discriminación y persecución religiosa»
Durante el rezo mariano del ángelus de este domingo, el Papa Francisco ha recordado que el conflicto en Sudán y Sudán del Sur, que comenzó en abril de 2023 y aún continúa, «está causando una grave crisis humanitaria con consecuencias dramáticas». En este sentido, ha asegurado sentirse cercano a las poblaciones de ambos países y los ha invitado «a la solidaridad y fraternidad, a evitar la violencia y no dejarse instrumentalizar». Además, el Pontífice ha renovado su llamamiento a las partes «para que cesen las hostilidades y acepten sentarse en una mesa de negociación», así como a la comunidad internacional «a hacer todo lo posible para permitir la llegada de la ayuda humanitaria y a encontrar el camino para la paz».
También, ha dirigido una mirada de preocupación hacia la situación de violencia que se está viviendo en Colombia, especialmente en la región de Catatumbo, donde los encuentros entre bandas armadas «ha provocado tantas víctimas y más de 30.000 desplazados. Mi cercanía y oración por ellos».
Asimismo, Francisco ha recordado que este lunes se celebra el Día de la Memoria de las Víctimas del Holocausto, entre los que además se encontraban numerosos cristianos y mártires. De esta forma, el Santo Padre ha pedido que no se niegue ni olvide «el horror del exterminio de millones de personas», y ha hecho un llamamiento para «eliminar la plaga del antisemitismo ante aquellas fuerzas de discriminación y persecución religiosa». «Construyamos juntos un mundo más fraterno y justo, educando a los jóvenes a tener un corazón abierto en la lógica de la fraternidad, del perdón y la paz», ha reclamado en la plaza de San Pedro.
Antes de finalizar, ha intervenido un joven de la Caravana de la Paz de la Acción Católica, que se encontraban presentes en la plaza, y ha dirigido un breve mensaje al Pontífice, al que ha agradecido este Año Santo, «el primero para muchos de nosotros». Además, ha expresado un sueño: «Qué bueno sería que todos los habitantes de la tierra pasaran por la Puerta Santa tomados de la mano y pensando en los niños víctimas de la guerra solos y enfermos, y pensando en las lágrimas de tantas madres y padres. Así, podremos hacer callar las armas».
Reconocer que Él es portador de una salvación que nadie más puede darnos
En la catequesis, Francisco ha hablado del Evangelio donde Jesús es presentado como Mesías en la sinagoga de Nazaret ante «la sorpresa y el desconcierto de los conciudadanos». De esta manera, ha reflexionado sobre la elección de su identidad y su misión y cómo «los nazarenos no consiguieron reconocer en Jesús al consagrado del Señor porque «creían conocerlo demasiado bien».
Esto también puede pasar hoy en día, pensando que ya conocemos todo de Jesús. De alguna forma, «hemos crecido con Él en la escuela, en la parroquia, en el catecismo, en un país de cultura católica… También para nosotros Él es una persona cercana». Por eso, el Santo Padre nos invita a hacernos esta pregunta: «¿Reconocemos que Él es portador de un anuncio de salvación que nadie más puede darnos? ¿Siento que, de algún modo, yo también soy pobre, prisionero, ciego, oprimido?».