Los obispos de Chile felicitan a Kast y expresan su preocupación por «la creciente denigración de migrantes»

José Antonio Kast ganó la segunda vuelta de las elecciones presidenciales de Chile celebradas el pasado domingo con un 58,61 % de votos, por delante del 41,39 por ciento de su rival, la candidata de la coalición de izquierda Jeannette Jara. Con este resultado, Kast confirma las previsiones que auguraban su victoria en segunda vuelta gracias al apoyo de los candidatos de derecha que no están en la segunda ronda y a pesar de la victoria de Jara en la primera votación.

La candidata de izquierdas reconoció su derrota con un mensaje en su cuenta de la red social X, donde subrayó que «la democracia habló fuerte y claro». «Me acabo de comunicar con el presidente electo Jose Antonio Kast para desearle éxito por el bien de Chile», ha señalado antes de asegurar a sus votantes que «seguiremos trabajando por avanzar en una mejor vida en nuestra patria».

La democracia habló fuerte y claro. Me acabo de comunicar con el Presidente electo @joseantoniokast para desearle éxito por el bien de Chile.

A quienes nos apoyaron y fueron convocados por nuestra candidatura, tengan claro que seguiremos trabajando por avanzar en una mejor vida…

— Jeannette Jara Román (@jeannette_jara) December 14, 2025

El camino de la unidad

Posteriormente, se dirigió a los ciudadanos en una comparecencia en la que estuvo acompañada de la exministra Carolina Tohá, entre otros líderes de formaciones aliadas, y en la que fue recibida entre cánticos y llamamientos a la unidad.

«Nos va a tocar ser oposición y quiero decirles que el camino de la unidad es el único que vale la pena», afirmó ante sus seguidores congregados en el barrio París Londres, donde manifestó que «nuestra democracia se fortalece cuando respetamos la voluntad ciudadana, especialmente en los momentos difíciles, porque es la derrota donde más se aprende y donde más firme debe ser la convicción democrática».

Saludo de la conferencia episcopal

Por su parte, el episcopado chileno, a través de su comité permanente, felicitó al nuevo presidente y le recordó en una carta «la tarea de conducir a la nación en tiempos que demandan lucidez, generosidad y un profundo compromiso con el bien común».

La tarea, según los obispos, no será sencilla, pues Kast se enfrenta a una situación sin precedentes. «Vivimos un período marcado por dolores acumulados, crisis sociales y económicas, y una extendida desconfianza en las instituciones». En este contexto, «la elección presidencial renueva la esperanza de avanzar hacia un país más justo, fraterno y solidario, donde la fuerza de la razón prevalezca siempre sobre la razón de la fuerza».

Por último, el episcopado expresó su preocupación por «la creciente denigración de migrantes y personas vulneradas, y reiteramos nuestros compromiso por la vida, la dignidad humana y la protección de los más débiles».