Acaba de ver la luz el nuevo Directorio para la catequesis en su edición oficial española. Aunque habían aparecido otras traducciones en español, esta es la versión oficial, cuyo trabajo de traducción del original italiano fue encargado a la Comisión de Evangelización, Catequesis y Catecumenado de la Conferencia Episcopal Española.
Explica Juan Luis Martín Barrios, secretario de dicha comisión, que la publicación de la versión española «ha supuesto un esfuerzo grande, pero ha merecido la pena. Un trabajo en sinodalidad, en comunión y corresponsabilidad eclesial. Este significativo documento nos ayudará a escuchar, discernir y acompañar a la catequesis y a los interlocutores, a los catequistas y acompañantes, a las familias. En este tiempo del COVID-19, parafraseando a san Juan Pablo II, vemos que las dificultades, en y desde la fe, se convierten en posibilidades y se presentan como oportunidades».
Como explica monseñor Rino Fisichella, presidente del Consejo Pontificio para la Nueva Evangelización, «el directorio es una herramienta útil para la renovación de la catequesis, estableciendo principios y pautas. Hemos llegado a más de diez traducciones, la china ya está casi completa y la árabe pronto. La catequesis es importante en la vida de la Iglesia». También señala que «la catequesis no es una lección, no se hace en un aula, el texto escolar no se reemplaza por el Catecismo. Implica vida y debe ayudar a descubrir la belleza del encuentro con Cristo. Pero hay muchos caminos que se pueden seguir en el anuncio».
El nuevo directorio introduce sin duda muchas novedades: ninguno de los directorios anteriores había determinado que, en la catequesis, más que «dadores» y «receptores» lo que hay son «interlocutores» (la comunidad cristiana, los catequistas, los catecúmenos y catequizandos, las familias, etc.). Ninguno había abordado como este la dimensión social de la catequesis que, en cuanto instrumento para la iniciación cristiana, lo es, por consiguiente, para suscitar nuevos discípulos misioneros que, como dice el Papa Francisco, sean «la doctrina social de la Iglesia con pies». Y ninguno había abordado como este el desafío de las nuevas tecnologías y la inculturación en la cultura mediática en esta era digital. Asegura también monseñor Fisichella que «en la nueva cultura digital las herramientas que tenemos a nuestra disposición deben estar todas incluidas en el proceso de catequesis». «Hace un tiempo conocí a una catequista que me contó que una vez, antes de la hora de la catequesis, había dejado los móviles de los chicos en una cesta. Le dije, con una sonrisa, que probablemente fue su peor hora de catequesis. Esos niños y niñas viven con teléfonos en la mano. La catequesis debe hacerse dentro de ese instrumento, no eliminándolo. Entrar en la cultura significa llevar el Evangelio al mundo que vive el adolescente. Privarlo de eso significa quitarle algo fundamental y no ayudarlo a reflexionar».
Pero, sobre todo, el nuevo directorio, en respuesta a los desafíos de hoy, rompe con una comprensión demasiado estática del itinerario de la evangelización: «Si bien la distinción conceptual entre preevangelización, primer anuncio, catequesis y formación permanente sigue siendo útil, en el contexto actual ya no es posible marcar esta diferencia. De hecho, por un lado, aquellos que hoy piden o ya han recibido la gracia de los sacramentos a menudo no tienen una experiencia explícita de fe o no conocen íntimamente su fuerza y ardor; por otro lado, un anuncio formal que se limite a la simple enunciación de los conceptos de la fe no permite una comprensión de la fe misma, la cual es un nuevo horizonte de vida que se abre de par en par a partir del encuentro con el Señor Jesús».
Consejo Pontificio para la Nueva Evangelización
EDICE
2020
296
9 €