Los militares ocupan y profanan dos iglesias en Myanmar - Alfa y Omega

Los militares ocupan y profanan dos iglesias en Myanmar

Se instalaron en una iglesia en la aldea de Chat, al oeste del país, tras los combates con los rebeldes. Una vez dentro, arrojaron las hostias consagradas al suelo

Redacción
Una mujer reza en una iglesia católica de Myanmar. Foto: CNS

La lucha entre la junta militar birmana, que tiene el control de Myanmar tras un golpe de estado el 1 de febrero pasado, y los grupos de resistencia militar y civil en el estado de Chin, al oeste del país, está provocando daños colaterales. La población civil ha tenido que huir para buscar un lugar seguro, mientras que algunas iglesias han sido ocupadas y atacadas.

Concretamente, a finales de agosto se produjo la profanación de dos templos, uno baptista y otro católico, en la aldea de Chat. «Hubo un enfrentamiento entre las fuerzas armadas birmanas y la llamada Fuerza de Defensa del Pueblo el 29 de agosto. Esa noche, los militares birmanos durmieron en el complejo de la iglesia católica de San Juan y en la iglesia baptista que está al lado», explica Lucius Hre Kung, obispo de la diócesis de Hakha en declaraciones a la agencia SIR, de la Conferencia Episcopal Italiana.

Además, continúa el prelado, los militares «entraron en la Iglesia, abrieron el sagrario, tomaron las hostias consagradas y las arrojaron al suelo». Según afirma, lo más probable es que no supieran qué son ni su significado, pero «es señal de que no hay respeto por las religiones y los lugares sagrados». En cualquier caso, el edificio no ha sufrido daños irreparables y la situación se encuentra en calma en estos momentos.

No es la primera vez que los militares atacan en esa región de Myanmar a la comunidad católica. El pasado 16 de junio arrestaron al párroco de San José en Kanpetlet, el padre Michael Aug Ling, al que liberaron tras un interrogatorio. Entonces, el obispo Kung ya pidió que se respetaran los lugares sagrados y a cada persona en el país.

La violencia contra los templos también se ha extendido a otros estados como el de Kayha. Allí, el pasado mes de mayo murieron cuatro personas en un ataque contra una iglesia en la ciudad de Loikaw. Los fallecidos eran civiles que se habían refugiado en el interior para huir de los enfrentamientos entre los militares y los rebeldes.

Según la Asociación de Asistencia a Presos Políticos, las personas asesinadas en el país desde el golpe de estado son más de un millar. AsiaNews cifra en 7.400 las personas arrestadas y 106 las que han fallecido por torturas.