Los jóvenes, las mujeres y las víctimas de abusos serán prioridades para la Iglesia de América Latina - Alfa y Omega

Los jóvenes, las mujeres y las víctimas de abusos serán prioridades para la Iglesia de América Latina

La primera Asamblea Eclesial de América Latina, que acaba de concluir, pretende «impulsar nuevos caminos misioneros hacia las periferias geográficas y existenciales»

Redacción
El cardenal Ouellet presidió la Eucaristía de clausura den la basílica de Nuestra Señora de Guadalupe. Foto: CELAM.

Acaba de concluir en Ciudad de México la primera Asamblea Eclesial de América Latina y el Caribe, que sustituye a la Conferencia General de los Obispos, una cita que pretende «impulsar nuevos caminos misioneros hacia las periferias geográficas y existenciales y lugares propios de una Iglesia en salida». De hecho, en su mensaje final, se recogen algunos desafíos pastorales debatidos como la promoción de los jóvenes, la atención a las víctimas de abusos, así como la participación activa de las mujeres en los ministerios y en los espacios de decisión.

Asimismo, también se hace hincapié en la promoción de la vida en su totalidad, en la formación en sinodalidad para erradicar el clericalismo, la participación laical en espacios de transformación y la escucha de los pobres, excluidos y descartados. Todos estos aspectos deberán estar en los programas formativos de los seminarios, informa el Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM), que organizó el evento.

El texto pone el foco en la sinodalidad e insiste en que «no es una moda pasajera o un lema vacío». También recuerda que ahora hay que llevar esta cultura a las comunidades y a las bases para seguir el camino, aprendiendo y creando, en un itinerario pastoral que busca la conversión misionera. La propia asamblea ha sido «una verdadera experiencia de sinodalidad, en la escucha mutua y en el discernimiento comunitario de lo que el Espíritu quiere decir a su Iglesia».

De este modo, los participantes han podido constatar algunos de los dolores y esperanzas que se viven en el continente. Aparecen reflejados los pobres, la miseria y las injusticias; la destrucción de la casa común; y la cultura del descarte, que afecta a mujeres, ancianos, migrantes, pueblos originarios y afrodescendientes.

Contra el clericalismo y autoritarismo

También mira hacia dentro de la Iglesia para hacer examen de conciencia y comprobar que hay pecados como «el clericalismo y el autoritarismo en las relaciones y la falta de profetismo y solidaridad efectiva con los más pobres y vulnerables».

Las esperanzas, insiste el mensaje, pasan por el camino sinodal, que se convierte en «un significativo espacio de encuentro y apertura para la transformación de estructuras eclesiales y sociales», y por el testimonio de la vida religiosa, que va «contracorriente».

En rueda de prensa, el presidente del CELAM, Miguel Cabrejos, ha señalado que estas asambleas han venido para quedarse, de modo que las conferencias de obispos serán cosa del pasado. «Esto no tiene vuelta atrás», ha sentenciado.

El broche final a esta Asamblea Eclesial de América Latina y el Caribe fue una Eucaristía en la basílica de Nuestra Señora de Guadalupe presidida por el cardenal Marc Ouellet, prefecto para la Congregación de los Obispos. «Nuestra presencia aquí da testimonio de que el anuncio de la Virgen mestiza a san Juan Diego sigue más actual que nunca y produciendo frutos de comunión, participación y misión, conforme a la naturaleza sinodal de la Iglesia», dijo en la homilía.