Los jóvenes de Madrid experimentan la sinodalidad: «Hemos vivido lo que es la Iglesia»
Cerca de medio centenar de chicos y chicas de diferentes realidades eclesiales se han formado juntos durante una semana como parte de la Generación Esperanza llamada a liderar la apuesta por recuperar la sinodalidad primigenia de la Iglesia
«Los jóvenes nos decían que no han entendido bien el sínodo. De hecho, uno de los colectivos que menos fue subrayado durante el proceso sinodal fue el de la juventud». Este el diagnóstico expresado por Laura Moreno, delegada de Jóvenes de la archidiócesis de Madrid, durante la presentación del proyecto Generación Esperanza. Frente a él, la Iglesia madrileña ha plantado «una semilla» en 48 jóvenes de diferentes realidades eclesiales que participaron en una semana de formación y convivencia del 1 al 6 de julio en Almería «para alentar el proceso sinodal en Madrid», ha dicho Sara de la Torre, directora de Medios de Comunicación de la archidiócesis.
El encuentro, «combinó momentos de formación con otros de convivencia», ha explicado el seminarista Pablo Herrera, que fue uno de los que pudo participar en la experiencia. De esta forma, lo que se quiso fue por un lado ayudarles a comprender de forma teórica la sinodalidad. «De ahí, la presencia de Luis Marín, subsecretario del Sínodo de los Obispos», ha apuntado Moreno. El subsecretario ofreció una explicación «buenísima» —según Herrera— acerca del significado de la sinodalidad. Por otro lado, el concepto se vivenció en los tiempos de esparcimiento que los jóvenes tuvieron principalmente por las tardes. «Fue muy bonito encontrarnos con otros chicos con los que parecía que no teníamos nada en común, pero que luego te das cuenta de que sí, que nos une la Iglesia y Cristo. Ha sido una semana para experimentar lo que es la Iglesia. Nos lo han contado, pero sobre todo lo hemos vivido», ha subrayado Natalia Cuesta, de la parroquia del Santo Niño de Cebú.
Por su parte, Pablo Herrera ha destacado durante la rueda de prensa el hecho de que «durante el viaje José Cobo nos haya hecho partícipes del proyecto que tiene para la archidióceis. Nos explicó lo que quiere a corto, medio y largo plazo, y cómo los jóvenes no éramos unos simples peones, sino que estábamos destinados a ser protagonistas del proyecto», ha asegurado.
Junto al cardenal y Luis Marín, también han participado María Lía Zervino, miembro del Dicasterio para los Obispos; Lucio Ruiz, secretario del Dicasterio para la Comunicación de la Santa Sede o Massimo Borghesi, catedrático de Filosofía Moral en el Departamento de Filosofía, Ciencias Sociales, Humanas y de la Formación de la Universidad de Perugia. Todos ellos expusieron temas clave relacionados con el Sínodo, la formación, la pastoral juvenil y el papel de los laicos en la transformación eclesial.
De vuelta a la realidad de cada uno
Ahora, como planteamiento de futuro, «tenemos el reto de llevar este estilo sinodal a nuestras realidades concretas y empezar a trabajar de esta forma», ha asegurado Pablo Herrera. Precisamente, en el germen de Generación Esperanza «está la intuición de Cobo de hacer un camino común entre los jóvenes de diversas realidades, que puedan recibir una formación conjunta, pero sobre todo generar vínculos», ha dicho Antonio Secilla, rector del Seminario Conciliar de Madrid. Al final, «se ve cómo la realidad se va transformando. Surge algo novedoso, de donde brota el asombro». Y así, «cuando se trabaja en conjunto, a parte de ser una experiencia muy enriquecedora, es posible transformar el mundo», ha concluido.
El proyecto, que ha vivido en Almería «una primera fase», según Sencilla, tendrá «otro momento formativo aquí, más adelante, abierto a todos los jóvenes de Madrid». Y «todo ello concluirá con un congreso de pastoral donde los propios jóvenes reflexionarán y trabajarán con la idea de ver cómo anunciar todo lo vivido al resto de jóvenes».