Los gitanos «somos los últimos en casi todas partes salvo la Iglesia» - Alfa y Omega

Los gitanos «somos los últimos en casi todas partes salvo la Iglesia»

El Jubileo de los Romaníes, Sinti y Caminantes del sábado 18 de octubre dejará patente que este grupo está «en el corazón de la Iglesia»

Rodrigo Moreno Quicios
Gitanos españoles con la bandera de su etnia, que llevarán a Roma
Gitanos españoles con la bandera de su etnia, que llevarán a Roma. Suele estar presente en su liturgia. Foto: Rosalina Vicente.

«Somos los últimos en casi todas partes salvo en la Iglesia. Aquí verdaderamente se quiere conocer a los fieles de nuestro pueblo, hay un discurso de defensa de valores y derechos y no se entiende la diversidad como algo que dé miedo, sino como un enriquecimiento para todos». Nos lo cuenta al otro lado del teléfono Sando Luciani, responsable de Pastoral Gitana de la Conferencia Episcopal Italiana, miembro de la Comunidad de Sant’Egidio y uno de los impulsores del Jubileo de los Romaníes, Sinti y Caminantes que se celebrará el próximo sábado y que organizan también el Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral y la diócesis de Roma.

Aparte de una peregrinación a la Puerta Santa de la basílica de San Pedro de 4.063 gitanos europeos —entre ellos 131 españoles, pero también de Italia, Alemania, Suiza, Austria, Rumanía, Bulgaria y toda la antigua Yugoslavia—, la cita contará con un encuentro de cinco horas en el Aula Pablo VI del Vaticano en el que estará presente el propio León XIV.

Luník IX, en Eslovaquia, fue un asentamiento gitano visitado por Francisco en su visita de 2021.
Luník IX, en Eslovaquia, fue un asentamiento gitano visitado por Francisco en su visita de 2021. Foto: CNS.

Luciani nos explica que esta fiesta en torno a la esperanza «es un evento histórico que sucede justo 60 años después de que Pablo VI se reuniera por primera vez con romaníes y sinti de Europa». Sucedió en 1965 en Pomezia, una ciudad cerca de Roma, y supuso todo un hito en la pastoral con esta etnia porque «el Papa pidió a la Iglesia meterlos dentro». Desde entonces —es una expresión que este colectivo reivindica a menudo como lema— «estamos en el corazón de la Iglesia».

Aquel 26 de septiembre de hace seis décadas era el día del cumpleaños de Pablo VI y tenía fiebre, pero eso no le impidió reunirse con los gitanos. «Entre ellos había personas que aún tenían tatuajes en el brazo de los campos de exterminio», nos recuerda Luciani, pues de entre los seis millones de víctimas del Holocausto, 500.000 pertenecían a esta etnia.

131 gitanos españoles peregrinarán a Roma para su Jubileo. De ellos, 42 se alojarán en un convento.

5.000 gitanos fueron recibidos por Francisco en 2015, 50 años después del gesto de Pablo VI.

Entre los organizadores de aquella cita destacaron los sacerdotes italianos Bruno Nicolini y Mario Riboldi, quienes recorrieron los campamentos de este pueblo por toda Europa y se volcaron en llevarles el Evangelio y luchar contra su marginación. «Fue algo precioso y supuso el testimonio de que la Iglesia no se consideraba su madrastra, sino su auténtica madre», reivindica Sandro Luciani.

Añade que, después de que el Papa Montini «abriera la puerta», «esta opción por los pobres ha ocupado un lugar preferencial en todos los pontificados». Por ejemplo, en su corto mes como cabeza de la Iglesia, Juan Pablo I envió un mensaje oficial a los gitanos españoles; Juan Pablo II se reunió con sus representantes en 1997 en Alsacia, Benedicto XVI recibió a 2.000 en el Vaticano en 2011 y Francisco repitió el gesto en 2015, defendió a una familia acosada en 2019 y en 2021 visitó el asentamiento Luník IX de Eslovaquia.

«Corriendo de un lado a otro»

«Francisco nos puso en primer lugar y nos acogió como un pueblo que ha sufrido mucho, pero que ahora puede ser protagonista», valora Rosalina Vicente, quien estuvo en aquel encuentro de 2015 en el que el Papa argentino «se saltó el protocolo, pasó varias veces entre nosotros dándonos la mano y nuestros patriarcas le regalaron una vara». Ella es directora del Departamento de Pastoral con los Gitanos de la Conferencia Episcopal Española y peregrinará también en este Jubileo.

Se reivindica como gitana porque «estamos asentados en España desde hace más de 600 años, tenemos esta palabra que identifica a nuestra etnia y no la vemos peyorativa». Aunque sí lamenta que «somos los grandes desconocidos y no nos reconocen ni en los libros de historia». «A veces nos dicen que nos aislamos, pero hasta anteayer los gitanos tenían que estar corriendo de un lado a otro porque nos quitaron el derecho a hablar nuestra lengua», protesta. «Eso lo han vivido mis abuelos», recalca. Por tanto, reconoce como una de las principales necesidades de su pueblo «dejar nuestra cultura por escrito».

Los cursos de Pastoral Gitana organizados por la Conferencia Episcopal permiten adecuar la catequesis.
Los cursos de Pastoral Gitana organizados por la Conferencia Episcopal permiten adecuar la catequesis. Foto: Rosalina Vicente.

En cuanto a su labor en la Conferencia Episcopal, cuenta que el Departamento de Pastoral Gitana ha puesto en marcha «una formación específica» para esta etnia porque «no todo el mundo puede recibir catequesis de una forma generalizada». Y destaca su curso «excepcional» de agentes de Pastoral Gitana.

Finalmente, añade que este domingo en Roma —al día siguiente del Jubileo— también «vamos a hacer una Misa en el santuario de Nuestra Señora del Divino Amor, donde vamos a ensalzar a nuestros beatos, Ceferino y Emilia, la Canastera, que han sido ejemplo de vida cristiana y ejemplar».