Los generadores del Papa van rumbo a Ucrania
Hace unas horas, el cardenal Krajewski emprendió su quinto viaje al país para llevar estos aparatos. La última vez que estuvo en Ucrania, corrió peligro de muerte
El Limosnero del Papa va camino de Ucrania para llevar un cargamento humanitario fruto de la solidaridad de estas últimas semanas. A principios de este mes de diciembre, desde el Dicasterio para la Caridad se hizo un llamamiento para recoger ropa de abrigo, en concreto camisetas térmicas de todas las tallas, con el fin de enviar un camión a Ucrania para socorrer a la población que, además de las bombas, está padeciendo el corte de suministros de todo tipo. Rusia está atacando instalaciones energéticas sensibles en todo el país para el frío invierno como arma de guerra.
El Vaticano ha recogido ya suficiente ropa de abrigo como para enviar un primer camión en el que viaja el cardenal Krajewski. Francisco manda además generadores eléctricos. El material se ha adquirido con lo recaudado con los pergaminos que elabora la Limosnería, con lo aportado por distintos donantes y con la generosidad de algunas fábricas italianas. Como indica el cardenal en un mensaje publicado antes de partir, ha conseguido que algunos de estos fabricantes textiles hagan muy buen descuento al Vaticano por estas prendas.
El cardenal Krajewski depositará el cargamento en la ciudad ucraniana de Leópolis y, desde allí, con furgonetas se irá distribuyendo antes de Navidad a los lugares donde más se está padeciendo el frío. Es el quinto viaje que hace el Limosnero del Papa desde que estallara la invasión de Ucrania. En su última visita al país, se vio envuelto en el fuego cruzado y su vida corrió peligro.
La Limosnería sigue recogiendo material y donaciones tanto en su oficina dentro del Estado Vaticano como online a través de este link online: https://e.va/magliettetermicheucraina.
El miércoles 14, durante la audiencia general, el Papa Francisco invitó a pasar unas Navidades más austeras, a gastar menos en compras navideñas y donar lo ahorrado para la población ucraniana «que sufre tanto, tienen hambre, sienten frío y muchos están muriendo porque no hay médicos o enfermeros cerca».