Los claretianos celebran 175 años saliendo a las periferias «existenciales y culturales» - Alfa y Omega

Los claretianos celebran 175 años saliendo a las periferias «existenciales y culturales»

Con una gran variedad de actividades durante todo el año, los misioneros claretianos clausuran un jubileo en el que «hemos reflexionado sobre de dónde venimos, en qué punto estamos, y hacia dónde queremos caminar», explica Gonzalo Fernández, director de la revista Vida Religiosa

Ester Medina
Visita a Montserrat de los participantes en el Congreso de Espiritualidad celebrado en Vic
Visita a Montserrat de los participantes en el Congreso de Espiritualidad celebrado en Vic. Foto: iClaret.

«Es una alegría ver que lo que empezó el padre Claret junto a otros cinco compañeros más en una pequeña habitación del seminario, hoy se ha expandido por todo el mundo». Es la primera impresión de Gonzalo Fernández, director de la revista Vida Religiosa, al finalizar esta semana el jubileo por los 175 años de la fundación de la congregación de los Misioneros Hijos del Inmaculado Corazón de María.

Un jubileo que daba el pistoletazo de salida el 31 de mayo del año pasado con la publicación de la carta del Superior General, Mathew Vattamattam, en la que invitaba a «reavivar el espíritu del fundador san Antonio María Claret» y su «dinamismo misionero apostólico» y considerando el contexto actual como «un momento oportuno para cultivar una comprensión y vivencia más profunda de la definición de Claret».

En conversación con Alfa y Omega, Fernández pone el acento en la riqueza cultural y la diversidad de la congregación, y cómo «esa expansión extraordinaria nos permite tener una gran vitalidad». Prueba de ello es el Congreso de Espiritualidad con el que han clausurado este jubileo, que ha tenido lugar en Vic hace unos días reuniendo a 80 personas de muchas partes del mundo. Fernández, que también es director de la editorial Publicaciones Claretianas, explica que este encuentro ha servido «para reflexionar de dónde venimos, en qué punto estamos, y hacia dónde queremos caminar», y afirma que se ha hecho hincapié en «cómo hacer una espiritualidad desde el centro, desde abajo con la gente más excluida, y desde cerca».

Un aniversario en el que también se reconocen algunos de los principales frutos que han surgido de estos 175 años, como «una mayor conciencia de nuestra identidad misionera y de que nacemos en la Iglesia como evangelizadores» señala Fernández, o «caer en la cuenta de que no hay misión creíble y eficaz sin una fuerte experiencia comunitaria y de Dios». Todo ello sin olvidar la llamada a ir a las periferias, «no sólo geográficas, sino también existenciales y culturales, donde la misión es muy difícil».

La celebración de este jubileo ha estado marcada por una visión multicultural importante y también con el horizonte en el próximo Jubileo 2025 convocado por el Papa Francisco. «Todo este año de celebración jubilar nos ha servido, sin duda, para la preparación de ese gran jubileo el año que viene», afirma González. «Aprendiendo poco a poco a salir de esquemas demasiado fijos y sin miedo a explorar nuevos caminos».